Durante más de cuatro décadas que lleva la operación minera de la empresa Cerrejón en los territorios indígenas wayuu han venido falleciendo, un sinnúmero de personas de manera silenciosa y desapercibida, ante la indiferencia de un Estado Social de Derecho que promete tanto, pero poco o nada, hace para evitar estas muertes.
Las causas silenciosas de estas muertes o versiones elevadas por las diferentes Autoridades Tradicionales de las respectivas comunidades, obedece a la polución ambiental que ocasiona la operación minera de la empresa Cerrejón en los territorios indígenas wayuu, contaminando el aire, las fuentes hídricas, reservorios de agua entre otros, generando graves problemas respiratorios y de piel en los niños, jóvenes, ancianos y mujeres quienes terminan falleciendo a causa de este flagelo llamado contaminación.
En Jaturruy, una comunidad wayuu afectada ambientalmente por la operación minera de la empresa Cerrejón, el día 21 de enero del 2024, falleció Mary Pushaina, una mujer wayuu de 40 años de edad, quien venía padeciendo problemas respiratorios. En el año 2023, en esta misma comunidad falleció la Autoridad Ancestral, un joven de 25 años de edad y una niña de tres años por problemas respiratorios.
El día 18 de enero del 2024 en el territorio Kapuchitchon, una comunidad también afectada ambientalmente por la operación minera de la empresa Cerrejón, falleció la niña Brineth Jayariyu por problemas respiratorios asociados a temas de desnutrición. Así mismo, el 14 de enero del presente año falleció el señor Antonio Bouriyu Autoridad Tradicional de la comunidad Paraujuren, una comunidad afectada ambientalmente por la operación minera de la empresa Cerrejón y según reporte médico, la causa del fallecimiento habría sido por afecciones respiratorias.
En menos de quince días del mes de enero del 2024, en diferentes comunidades indígenas wayuu se han visto afectadas ambientalmente por la operación minera, habrían fallecido un anciano, una mujer y una menor de edad por problemas respiratorios ocasionados posiblemente por la contaminación que genera la operación minera en los territorios indígenas wayuu.
Como ONG de derechos humanos nos solidarizamos con los familiares de todas estas personas que se han visto afectadas, autoridades tradicionales, padres de familia y a toda la comunidad en general, seguidamente extendemos la invitación a todas estas empresas que vienen afectando de manera directa e indirecta al pueblo indígena wayuu, para que tengan un poco más de empatía con estas familias afectadas de tal modo que se les garantice la seguridad y el bienestar como objetivo principal.