Opinión

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Por José David Name Cardozo
Senador de la República
Partido de la U

José David Name Cardozo
Senador de la República
Partido de la U

Pañitos de agua tibia que están lejos de disipar la fuerte calentura que ahoga la Costa Atlántica por las altas tarifas de energía, fueron los que colocó el Gobierno Nacional la semana pasada en la reunión con los congresistas de la bancada Caribe. Con soluciones de mediano y largo plazo, el Gobierno sorteó el problema de la crítica situación energética de esta región del país, una de las piedras en el zapato que no se ha podido quitar.

La insatisfacción del Caribe radica en que las soluciones anunciadas no conducen a bajar el precio de la energía en los próximos meses. En conclusión, se seguirá en las mismas por un tiempo más, con la agravante que estamos en medio de un Fenómeno de El Niño que en menos de lo que canta un gallo va a impactar los recibos de energía, debido a la alta exposición en bolsa que tienen los usuarios de la región, quienes son objeto de aumentos injustos y desproporcionados.

Si los buenos momentos, con máximos históricos, en los embalses en el país, no se han traducido en reducciones en las tarifas de los usuarios, quienes a pesar de la abundancia hídrica, continuaron pagando elevados montos en las facturas de energía: ¿Qué se puede esperar durante esta temporada de sequía?

Este panorama se agudiza con la crisis financiera de las empresas distribuidoras, por la billonaria deuda que tiene el Gobierno Nacional por concepto de opción tarifaria, que amenaza con recrudecer debido a que no se ha cumplido con el desembolso total del crédito de 2 billones de pesos de Findeter con el que se buscaba diferir en cuotas el pago de obligaciones con las generadoras. Una medida que, además de insuficiente, no se ha hecho efectiva en su totalidad.

Tampoco hay que olvidar que en la Costa fue establecido un régimen tarifario especial que ha creado un hueco en el bolsillo de los usuarios. Aunque el Gobierno ha reconocido lo injustificable que resulta, que los usuarios de la Costa Caribe tengan que pagar por el robo de energía y por la deteriorada infraestructura del sistema de distribución, sigue sin dar una solución a este régimen especial transitorio.

Los intentos del Gobierno por lograr una disminución en el precio del kilovatio han sido infructuosos y opacados por la negligencia demostrada en temas cruciales como la elección de los comisionados de la Creg. En medio de todo, la Costa Atlántica exige alivios reales que contribuyan a mitigar las altas tarifas de energía, no soportan un nuevo incremento en sus recibos.

Ante este escenario, hemos pedido al Gobierno que entregue soluciones inmediatas, metiéndose la mano en el bolsillo y pagando la millonaria deuda que tiene con las empresas comercializadoras por concepto de opción tarifaria. También, que realice las inversiones en infraestructura, que actualmente recaen en los usuarios y elimine el injusto pago por concepto por pérdidas no técnicas de energía que está afectando a los más de 11 millones de usuarios del Caribe. Se requiere de una hoja de ruta que plantee las acciones necesarias a corto plazo para atender la situación que viven los diferentes departamentos de la Costa Caribe.

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Hernando Diaz Nájera – Director y Productor de Audiovisuales

Aplausos para la asociación Resilientes por esta apuesta.

Con maletas cargadas de esperanzas e ilusiones, varias producciones se presentaron al Festival organizado por la asociación Resilientes.

Se espera un despliegue mas grande en las próximas ediciones en las cuales los participantes puedan recibir algún tipo de estímulo económico para poder continuar con su labor.

El pasado 23 de marzo en la ciudad de Riohacha, se estrenó el festival Cineplaya, un espacio abierto por la asociación Resilientes para aportar un grano mas de arena al Sector Cinematográfico del departamento.

La belleza de la mujer riohachera engalanó el evento
El público conoció personalmente a los autores de los cortometrajes

Con las exóticas playas de Riohacha como escenario, el evento sirvió para que invitados y transeuntes desapercibidos no solo pudieran apreciar el talento Guajiro en pantalla, sino conocerlos, escuchar anécdotas sobre su obra y hacerles preguntas directamente. Buen ejemplo para aquellos que solo se limitan a escenarios que cobran un ojo de la cara por alquilar sus espacios para reuniones y proyecciones. Aunque aclemos que espacios como Nautical también son abiertos a este tipo de eventos, tomemos como ejemplo LA TERTULIA que se celebra cada 15 días en dicho establecimiento, no cobran Cover, no hay que pagar entradas y nadie del establecimiento te mira feo porque no tienes para comprar ni una botellita de agua (Buena por esa Nautical) aunque en realidad sus precios están al alcance de todo bolsillo.

Con 4 documentales y un Thriller de Suspenso e intriga, quedó demostrado que en nuestras tierras contamos con el talento suficiente para sacar adelante esta industria.

  • CUANDO NO VUELVAN LAS LLUVIAS de Daniel Pedrozo Payares – Uribia 2022, Documental
  • KATARSIS de Hernando Diaz Nájera – Riohacha 2022. Thriller (Estreno)
  • ESTRELLA TEJEDORA de PABLO HINCAPIÉ – Maicao 2023. Documental
  • VIDEOCARTA: NIÑOS DE LA BENDICIÓN DE DIOS de Fray Blanco – Manaure 2024
  • NA JOUKTAIKANA, VIENTOS de Neko Agustín Epieyu – Manaure 2024.

Muy buenos trabajos, que sin tanto aspaviento, sin grandes presupuestos (como el caso de Katasrsis que fue realizado con la colaboración de la familia y amigos), ni grandes costosas puestas en escena cuya viabilidad que dependa de fondos estatales como el FDC, Mintic, Netflix o Amazon, entre otras. solo entidades locales, como Hocol o la Alcaldía distrital, entre otras, lograron cautivar al público asistente que superó los 40 espectadores (hay que reconocer que le ganaron a muchos estrenos como Openhaimer, Flash, los Juegos del hambre, y muchas mas en las salas de Cineland y Royal Films de Riohacha).

Queda una segunda presentación para el próximo 30 de marzo en el mismo sitio: La Playa entre calles 5 y 6 al pie del Fondo Mixto de Cultura (antigua Terraza Marina), en donde se presentarán cortos hechos con celular.

De lo anterior me queda una duda también, ¿Somos una sociedad tan espatajopo que si no vemos grandes figuras como Luis Diaz o logos como Netflix brillar en un cartel, no creemos que los eventos y convocatorias locales valen la pena nuestro tiempo? Ombe.

Acá en el departamento he visto una considerable cantidad de personas que salen de las sombras a mostrarse como realizadores de contenido, directores, productores, actores, etc., porque en el encuentro de Audiovisuales saltó mas de una liebre del matorral esgrimiendo sus argumentos exigiendo condiciones y garantías para realizar su trabajo.  Pero ¿ante una convocatoria departamental para un festival, solo participamos 5?, dudo entonces eso de que somos tantos con tantos galardones y en realidad la lista se reduce a pocos y los demás vienen atrás más bien arrastrados por la marea.

Claro que el tema anterior me deja dos posibles conclusiones:

  • Tenemos productoras tan exclusivas que solo se presentan en festivales internacionales y no pierden el tiempo con Festivales locales (los veré con el tiempo implorando por ser proyectados).
  • Nadie mas se quiso presentar porque como no había incentivos económicos (lo se porque yo como participante no los vi), entonces su conclusión fue ¿para que me presento?, ese detalle también es para analizar y discutir.

De todos modos, se realizó el festival y con esto continúa la gran labor de la Asociación Resilientes, quienes le aportan un grano mas de arena al fortalecimiento del cine en La Guajira.

Sin embargo, queda un sinsabor, al darnos cuenta que algunas productoras locales de recorrido no muestran su trabajo a su gente, será que no lo merecemos y somos muy poco para ellos o no existirán esos trabajos… el tiempo lo dirá.

Queremos aportar nuestro grano de arena a la historia del cine mundial y que de una vez y para siempre La Guajira aparezca en las enciclopedias cinematográficas, que nuestra estética, formas y contenidos sean palpables de una manera real ante la retina del mundo.

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Por: Benjamín Murgas Téllez

Benjamín Murgas Téllez
Ingeniero Industrial
Mg. Gerencia de proyectos industriales
Doctorando: Ingeniería Industrial

La Visión de que en La Guajira haya una transición hacia una economía baja en Carbono hay que mirarla desde diferentes enfoques:

1. Desde la perspectiva de las condiciones meteorológicas el Departamento tiene todas las condiciones para convertirse en el principal generador de energías limpias no solo de Colombia, sino de Latinoamérica, gracias a su alto potencial energético (Eólico y Solar) ya que es reconocida como uno de los 10 mejores sitios continentales a nivel mundial en función de su potencial eólico.

2. La transición energética se complica por el lado de la cultura del pueblo wayuu, que son los dueños de las tierras donde se deben localizar los proyectos de generación de energía eólica, principalmente, debido a las prerrogativas que poseen sobre la tenencia de la tierra, por tratarse de Resguardos Indígenas, y además, por el desplazamiento obligado que causa la instalación de molino de viento en el territorio, lo cual requiere que se diseñen algunas estrategias para hacerle frente a la situación, entre las cuales se pueden plantear:

• Es fundamental orientar el emplazamiento de los proyectos eólicos y solares en el departamento de La Guajira, de tal forma, que generen de verdad las posibilidades para transformar integralmente el estado de decida y atraso en las condiciones de vida de la población guajira, especialmente de los indígenas wayuu. La prioridad de la inversión debe focalizar la intervención de las variables que inciden básicamente en las Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) que están en la actualidad por encima del 90% (DANE), para mencionar el caso de Uribia.

• El proceso hacia la transición energética demanda un gran esfuerzo en la articulación y coordinación, orientada por los principios de concurrencia subsidiariedad y complementariedad, donde participen todos los niveles de gobierno (Nacional, Departamental y Local), academia, sector privado, organizaciones sociales y principalmente la población influenciada por la generación de energía. Además, los procesos de consulta previa y otorgamiento de las licencias ambientales deben ser participativos, articulados y transparentes.

• Se requiere un fortalecimiento para generar competencias, tanto en lo institucional y social en el Departamento, que permita enfrentar de manera adecuada los grandes y complejos retos que demandan el desarrollo social y territorial de La Guajira.

• Existe la necesidad de diseñar e implementar un modelo económico empresarial transversa e incluyente en los proyectos de generación de energía, donde se prevea la participación como socios la institucionalidad pública (Gobernación, municipios, resguardos), el sector privado, y principalmente la población impactada por los proyectos que se implementen.

• Ampliar la inversión para la generación de energía eólica marina aprovechando el gran litoral con que se cuenta en La Guajira.

• Una idea, que puede sonar descabellada, por la particularidad de la cultura de la población Wayuu y es: “Aprovechar el desplazamiento causado por el establecimiento de los proyectos, que es inevitable, para definir asentamientos en territorios comunes (establecerse en zonas específicas varias comunidades, menos dispersas) lo que permitiría brindarles mayor cobertura y calidad en la prestación de servicios públicos contribuyendo de esa forma al mejoramiento de las condiciones de vida”.

Pero causa una alerta especial, el hecho, que aún no asoma una estrategia articulada entre la Gobernación con los demás actores (nación, municipios, academia, empresa privada, asociaciones, población Wayuu, entre otros,) para enfrentar el proceso de transición energética de forma integral, por lo que recomiendo que se establezca un equipo técnico interinstitucional e interdisciplinario que se encargue de pensar y definir cuál es la ruta y los proyectos a desarrollar en La Guajira frente a la transición energética.

Por otro lado, es cierto que la transición energética a producción de energías limpias (compromiso de la Agenda 2030), ocasiona la terminación del ciclo de extracción de carbón en La Guajira, causando un alto impacto en la economía del Departamento, debido a que el sector de Minas y canteras representa el 57.6 del PIB del Departamento para el 2022, siendo el carbón el principal componente. De ahí, que estamos en mora de iniciar un plan de choque prospectivo frente a la desestabilización que se generaría en la economía de La Guajira.

En ese sentido, todo apunta a que la estrategia es propender por recuperar la vocación económica que ostentaba La Guajira antes de iniciar la explotación minera en los años 80, donde su economía se basaba en la agricultura y el comercio, entre otras, pero para ser competitiva en la actualidad, requiere que se introduzcan procesos de Investigación, Desarrollo e Innovación. No se puede desconocer, que en el Departamento se han hecho muchos ejercicios de identificación de apuesta para la diversificación de la economía (Agenda prospectiva, agenda de competitividad, entre otras) pero la realidad es que han ido a parar en los anaqueles de nuestras instituciones.

Creo que estamos a tiempo de definir estrategias reales frente al escenario incierto que se nos avecina, porque a pesar de que se logre consolidar una transición energética a partir de fuentes de energía eólica y solar, lo cual no está asegurado, las regalías y el impacto en nuestra economía no alcanzaría el nivel logrado por la explotación de carbón, ante todo en lo que tiene que ver con la oportunidad de empleos directos e indirectos generados. Lo anteriormente expuesto, indica que se debe establecer un proceso de desarrollo bien planificado que nos permita definir la visión que queremos los guajiros y residentes de nuestro Departamento, por lo cual planteo como trampolín para apalancar la formulación de una Agenda Prospectiva, que nos permita visionar las principales apuestas de Desarrollo Económico, Social y estrategias de inclusión de la población con un horizonte al 2050 (2026-2050), o sea, 24 años (incluye 6 periodos de Gobierno), y establecer mediante ordenanza Departamental un mecanismo de continuidad en su cumplimiento por parte de los futuros gobernantes, sin perjuicio de poder vincular los requerimientos que demanden las variaciones que se presenten en el futuro.

Otro aspecto critico a tener en cuenta es el relacionado con la participación equitativa, porque no se puede desconocer que en La Guajira nos caracterizamos por un pensamiento y accionar permeado por lo individual, el egoísmo y la poca solidaridad, lo que engendra una gran brecha social y económica entre los pobladores, evidenciado en el alto nivel del GINI (mide la desigualdad dentro de las poblaciones), que para el 2023 alcanzo 0,522, lo que nos ubica como uno de los Departamentos más desiguales (Pocos ricos y muchos pobres) del país. Esto en La Guajira se convierte en un tema complicado, porque implica, cambiar totalmente la manera de actuar, tanto de nuestros dirigentes como conciudadanos del común, o sea establecer un proceso de Desaprender para Aprender, lo cual nos ayudaría a reducir o eliminar errores repetitivos sobre todo en la manera de actuar y la toma de decisiones en nuestros procesos y nos apalancaría a un progreso ascendente, olvidando el pasado, pero aprendiendo de él para vislumbrar nuevas habilidades que nos conlleve realmente al desarrollo integral que urgimos en La Guajira.

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EL BANCO INTERAMERICANO DE DESARROLLO BID LE HA ENTREGADO AL DEPARTAMENTO DESDE EL 2020 MÁS DE USD 77 MILLONES DE DÓLARES, ALGO ASÍ COMO TRESCIENTOS CUARENTA Y CUATRO MIL MILLONES DE PESOS EN MONEDA COLOMBIANA.

Jarlen Garrido.

A los ya evidentes escándalos que han suscitado la compra de 40 carro tanques por la UNDGR (Unidad De Gestión del Riesgo), para distribuir agua en el Departamento de la  Guajira.  Aún no se conoce  con claridad detalles que justifiquen la compra de los mismos, ni los estudios técnicos y de factibilidad que motivaron a tal inversión. A esto se suma un informe que demuestra que la empresa encargada de hacer la compra de los carros tanques, solo existe en papel.  Sin embargo, no es la primera vez que La Guajira es el centro de atención para buscar soluciones al eterno problema del agua, todos los Presidentes, sin excepción en las últimas dos décadas le han echado mano al presupuesto de la nación, para solucionar (dicen ellos) el problema del suministro del agua en las comunidades de la guajira. Sentencias van y vienen, créditos van y vienen, como por ejemplo el del Banco Mundial por la suma de USD 90 Millones de dólares, cuya inversión solo dejo unas deudas gigantescas al Departamento de la Guajira y uno que otro millonario por cuenta de estas inversiones que, supuestamente era para solucionar la distribución del preciado líquido a los Guajiros.

Hoy se está a la espera de los informes que deberían ser publicados el pasado 23 de febrero por parte del BID Banco Interamericano de Desarrollo, donde se detalla en que va la inversión de los créditos 5189/GR-CO del proyecto CO-J0009 por un Costo de (USD 7.750.000,00), (siete millones setecientos cincuenta mil dólares), este hace parte del “Programa de Agua Potable y Saneamiento para el Departamento de La Guajira” y cuyo instrumento financiero es “Facilidad de financiamiento No Reembolsable del BID”.  El segundo  crédito es el  GRT/CF-18453-CO del proyecto CO-G1017, cuyo monto total es de USD 5.000.000,00 (cinco Millones de dólares), este hace parte del instrumento de Donación.El objetivo general era contribuir al cumplimiento de los objetivos del Programa Guajira Azul, herencia del exministro Malagón, del Gobierno de Iván Duque, y cuyo objetivo entre otros  era de incrementar la población atendida con agua apta para el consumo humano, con continuidad y adecuado saneamiento. El tercer informe es el relacionado al 5193/OC-CO  del proyecto CO-L1242, por valor  total es de USD 64.822.625.77 algo más de sesenta y cuatro millones de dólares, con “Facilidad de Financiamiento Flexible” como instrumento financiero. Es decir solo el Banco Interamericano de Desarrollo BID le ha entregado al Departamento desde el 2020 más de USD 77 Millones de Dólares,  algo así como  Trescientos cuarenta y cuatro mil millones de pesos en Moneda colombiana, para inversión en suministro de agua Potable. Paradójicamente, la Guajira sigue estando en la órbita de la Banca Multilateral como priorizada a los complejos problemas del suministro de Agua Potable,  pero ni conocemos las condiciones de estos créditos, ni se hace un debate serio de hacia dónde están direccionando estos recursos, y porque seguimos endeudados  o nos siguen donando recursos pero con el agua lejos.

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Por José David Name Cardozo
Senador de la República
Partido de la U

Con un fenómeno de El Niño arreciando en todo el territorio nacional, es apremiante atender las alertas sobre el fuerte impacto que podría causar una larga sequía en la producción agrícola y ganadera del país. Una eventual escasez y aumento en el costo de los alimentos, conduciría hacia un escenario crítico a las familias más pobres, que luchan por llevar a sus bocas al menos una comida al día.

La falta de lluvias impacta en mayor medida a las poblaciones más vulnerables, que padecen por la escasez de agua y la inseguridad alimentaria. Un claro ejemplo es La Guajira, que debido a la carencia del preciado líquido, se mantiene en una crisis humanitaria sistémica que recrudece la pobreza extrema y los problemas de salud. Por consiguiente, ante un evento climático agresivo, como el actual Fenómeno de El Niño, es urgente intensificar, en los territorios, distintas medidas para garantizar la disponibilidad del agua potable, el abastecimiento de productos agropecuarios, la asistencia humanitaria y las ayudas económicas a los sectores de las poblaciones afectadas.

Los altos índices de desnutrición y las escalofriantes cifras de muertes por hambre, especialmente en la población infantil, dan cuenta de una dolorosa realidad que acecha sin contemplaciones en el país. De acuerdo con la Procuraduría, son más de 250, los niños que murieron por física hambre en Colombia entre 2023 y lo corrido de este año. Somos uno de los 63 países con mayor número de personas desnutridas, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Aunque algunos de los productos de la canasta básica registraron disminuciones en sus precios en lo que va del mes de febrero, se teme que con el recrudecimiento de la sequía, se afecte en poco tiempo la producción local. En solo 45 días “El Niño” causó pérdidas por $122.400 millones en la ganadería bovina colombiana, así lo informó la Federación Colombiana de Ganaderos, FEDEGÁN. Ni que decir de las hectáreas de cultivo afectadas, que según cifras oficiales ascienden a más de 23.986 hectáreas.

Este fenómeno climático extremo no es más que uno de los terribles efectos de la actividad humana que está alterando la composición de la atmósfera mundial. Nuestro planeta nos está exigiendo medidas radicales para atender esta grave problemática que ya no da espera, cada año las sequías vienen con nueva fuerza mostrándonos sus consecuencias devastadoras, entre ellos la inseguridad alimentaria.

Sin lugar a dudas, la estrategia para mitigar los efectos de las sequías y las heladas debe ser la prevención y planificación. Así que, mientras nos alineamos a las adaptaciones que exige el cambio climático, es imperioso implementar políticas de acción, prevención y gestión que contribuyan a mitigar los efectos que traería el fenómeno sobre la producción agrícola y ganadera.

Con una economía en cuidados intensivos que amplía la enorme brecha de inseguridad alimentaria, afectando a millones de familias colombianas, se hace vital priorizar la lucha contra el hambre en el país. Para ello, urge contar con los mecanismos adecuados que permitan establecer una política pública coherente para responder y garantizar los derechos fundamentales de la ciudadanía, como lo son la alimentación adecuada y la protección contra el hambre y la desnutrición. Garantizar la seguridad alimentaria debe ser la prioridad.

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Por: Juana Cordero

Queridos lectores, en medio de la árida tierra guajira, donde el sol parece devorar cada rastro de vida de nuestro pueblo wayuu, se alzan los imponentes carro tanques, como monumentos de una promesa incumplida. Promesas de alivio, de esperanza, de un derecho tan básico como el agua. Sin embargo, mientras estos gigantes de metal y plástico descansan en la tierra sedienta, y algunos se aventuran en los caminos de trocha a llevar agua a más de 2.553 rancherías, la sed persiste y el sufrimiento de nuestro pueblo perdura.

Recientemente, los ojos del país se posaron sobre una historia de derroche, presunta corrupción y desesperanza en la adquisición de estos vehículos destinados a llevar el vital líquido a nuestras comunidades más necesitadas. La indignación brota al conocer los detalles: sobrecostos exorbitantes, contratos cuestionables, y una gestión que deja mucho que desear. Pero más allá de este escándalo aislado, ¿Qué nos dice esta situación sobre el estado del agua en La Guajira?

La cruda realidad es que los carros tanques son solo una solución parche para un problema estructural mucho más profundo. La escasez de agua en nuestra región no se resolverá con jagüeyes, pozos de agua o incluso con miles de estos vehículos distribuyendo agua a cuentagotas. Necesitamos una solución integral, una visión a largo plazo que trascienda los intereses políticos y las soluciones temporales.

Es aquí donde debemos mirar hacia el ejemplo de Israel, un oasis en medio del desierto, donde el agua fluye en abundancia gracias a un enfoque revolucionario en la gestión hídrica. En lugar de luchar contra la sequía, Israel ha convertido el desierto en tierra fértil mediante tecnologías innovadoras, políticas públicas eficientes y una mentalidad centrada en la sostenibilidad.

El milagro israelí no es una fantasía inalcanzable, sino un modelo a seguir para regiones como La Guajira, donde la escasez de agua amenaza la vida misma. Imaginen un futuro donde nuestra tierra árida se convierta en un exportador de agua, donde la abundancia reemplace la escasez y la prosperidad florezca en lugar de la desolación.

Sin embargo, para lograr este sueño, necesitamos un liderazgo valiente y comprometido. Por eso, hago un llamado al presidente Gustavo Petro y al gobernador Jairo Aguilar para que dejen de repartir pobreza con el agua y comiencen a generar riqueza con ella. Es hora de abandonar las soluciones temporales y abrazar un enfoque audaz que nos lleve hacia un futuro de abundancia y prosperidad.

Debemos considerar las cinco soluciones prácticas que Israel ha implementado con éxito para gestionar el agua de manera eficiente y sostenible, las cuales no caerán del cielo.

Riego eficiente: Implementar sistemas de riego por goteo y otras tecnologías para maximizar el uso del agua en la agricultura. 

Tratamiento y reutilización: Desarrollar sistemas de tratamiento de aguas residuales para su reutilización en la agricultura y otras industrias.

Desalinización:  Explorar la viabilidad de la desalinización del agua de mar para aumentar la oferta de agua potable.

Identificación de fugas: Implementar tecnologías avanzadas para detectar y reparar fugas en los sistemas de suministro de agua.

Innovación tecnológica:  Fomentar la innovación en el desarrollo de nuevas tecnologías para la generación y conservación del agua.

Además, el presidente de la República, Gustavo Petro Urrego, anunció la construcción de un tubo que partirá desde el embalse de la represa del río Ranchería, atravesará plantas potabilizadoras y llevará el recurso hídrico a los sectores del extremo norte de la península. Sin embargo, esta medida resulta insuficiente y evidencia una falta de visión por parte del gobierno y sus asesores. En lugar de simplemente instalar un tubo, es fundamental considerar la implementación de un sistema de transporte departamental de agua desde la represa del río Ranchería, tomando como referencia el exitoso modelo de la empresa Mekorot en Israel.

La empresa Mekorot se ha destacado por su capacidad para transportar agua desde fuentes lejanas hasta regiones áridas, garantizando un suministro constante y confiable incluso en las condiciones más adversas. Este enfoque proactivo en la gestión del agua ha sido fundamental para convertir el desierto israelí en tierra fértil y próspera.

En La Guajira, donde el acceso al agua es limitado y las distancias entre las fuentes de agua y las comunidades son considerablemente largas, un sistema de transporte departamental de agua podría ser la clave para garantizar un suministro suficiente y equitativo en toda la región. Utilizando tecnologías innovadoras y una planificación estratégica, este sistema podría aprovechar al máximo los recursos hídricos disponibles y llevar el agua donde más se necesita, incluso en los períodos de sequía más severa.

Al emular el trabajo de Mekorot y el Milagro del Agua en Israel, La Guajira podría establecerse como un líder en la gestión del agua a nivel nacional e internacional, demostrando al mundo que, con visión, voluntad y determinación, incluso los desiertos más áridos pueden florecer. El milagro del agua ya ha sucedido en Israel; ahora es nuestro turno de hacerlo realidad aquí en nuestra tierra amada.

¡Que el agua fluya y la esperanza renazca en La Guajira!

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José David Name Cardozo

Por José David Name Cardozo
Senador de la República
Partido de la U

Los últimos sucesos ocurridos en el país con el asedio a la Corte Suprema de Justicia, por parte de algunos manifestantes, son una clara amenaza contra la democracia colombiana, que sin duda deben convocar de manera inequívoca a la defensa por el respeto a las instituciones y su independencia. Como colombianos estamos obligados a unirnos en un mismo sentir, alrededor del perdón y la reconciliación, como motores de una nueva mentalidad que sirva al progreso y a la estabilidad social.

El alto nivel de crispación social y política que se vive actualmente, debido al cóctel de la desinformación, la poca confianza en las instituciones, la polarización, y la violencia, está agudizando la tensión entre poderes, con resultados nada buenos para el país, mientras cada vez se distancia más de la reconciliación. La sensibilidad o la falta de ella recalca posiciones antagónicas que se alimentan de verdades a medias para forjar un radicalismo que nos está destruyendo. Es hora de hacer un alto y converger con empatía en un diálogo constructivo que nos una y acerque a ese mejor país con el que todos soñamos.

La semana pasada quedó demostrado que es un error garrafal, ejercer presiones a través de la movilización social. Siempre defendemos el legítimo derecho a la protesta pacífica, pero no el hecho de que se quiera utilizar para interferir en el desarrollo del trabajo transparente, independiente, y riguroso, que debe realizar cada institución.

Nuestro llamado es que todos rodeemos de garantías a las instituciones del Estado, que asumen por estos aciagos días serios roles como la elección de la nueva fiscal general de la Nación, que confiamos, se realizará en medio de un proceso con todas las garantías, tal y como lo ordena nuestra Carta Política. Hay que dejar actuar a las Cortes, Fiscalía, Procuraduría y Contraloría dentro de la esfera de sus competencias Constitucionales y legales, que sus fallos o acciones cualquiera que sean el sentido, sean acogidos y respetados, sin que exista interferencia ni presión alguna por las otras ramas del poder público.

El presidente Gustavo Petro debe esforzarse en encaminar el diálogo hacia el respeto, la conciliación, el compromiso y los resultados, así a través de consensos y acuerdos razonables, disipar la conflictividad y generar un ambiente propicio para el desarrollo del país en todos aspectos. Es urgente fortalecernos como país, hablar un solo lenguaje, dejar de estigmatizar, sentar en una misma mesa, abandonar los egoísmos y las confrontaciones, porque hoy lo importante es salir adelante, respetando las instituciones.

La única manera en que realmente podremos avanzar como país, es logrando una reconciliación nacional; que la izquierda y la derecha dejen de impulsar el odio, y lideren con inteligencia, enfocados en la reivindicación social. Nada bueno le produciría a Colombia una crisis institucional. No podemos permitir que se pierda el rumbo del propósito común de construir una mejor Patria.

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Hernando Diaz Nájera – Director y Productor de Audiovisuales

Aún no dejo de agradecer por la oportunidad de vivir mis aventuras del 2023 y ya 2024 se me está convirtiendo en una aventura mucho más increíble, y es que arrancar el año como terminé el anterior lleno de alegría solo se debe a una palabra: Audiovisuales.

Cuando me contactan para formar parte del equipo La Guajira para la producción del Largometraje: “Quest for the Throne of God: La Imagen”, me sentí honrado por varios motivos, el primero: formar parte de una producción Internacional es algo que no te lo ofrecen todos los días en estas tierras (hasta ahora).

Segundo: por la oportunidad de recorrer la Alta Guajira de nuevo (no desperdicio oportunidad de visitar cada pedacito de mi amado departamento y el 2023 fue prolífico en esos viajes)

Tercero pero no menos importante, es un largometraje de carácter religioso, porque aparte de que el cine Cristiano es una industria de mucho movimiento económico con millones de seguidores en todo el planeta, vender nuestros paisajes como escenografía bíblica es algo nuevo.

Pero pasando del asombro a la experiencia, no tengo más que admiración por mis compañeros, aunque el producto es estadounidenses, el 95% es cuota colombiana, dentro de ese personal participante, aproximadamente el 80% es de aquí, de nuestra costilla, actores incluido el director de actores (Disney Ochoa) y el papel protagónico de Moisés (Jose Jaime Acuña), logística, asistencia de producción, transporte y alimentación, sumado a los bastante acertados guías y servicio de seguridad locales de casta wayuu.

El éxito del rodaje de El trono de Dios fue posible gracias a el comportamiento de los locales, y del personal que participó.  Claro, no estoy menoscabando con esto la labor de la plana mayor, les estoy haciendo un reconocimiento y agradecimiento a la vez, ya que confiaron acertadamente En un equipo híbrido entre Guajiros y venidos de otros sectores del país.  Y claro que no se equivocaba al tomar esta decisión, rodajes como: Pájaros de Verano, Semilla del Desierto, y muchos otros productos más, allanaron el camino para que en esta tierra de Dios fuera creciendo poco a poco la llama en el corazón de todos los profesionales del ramo de tener más figuración en el panorama nacional e internacional.  De ahí sale la creación del Consejo departamental de Audiovisuales de La Guajira y gracias a su gestión estuvimos preparados para afrontar este reto.

Con una disposición ideal tanto a nivel de gobernación y alcaldías locales además del acompañamiento y apoyo, sumado al respaldo y protección de las autoridades tradicionales indígenas, todo salió a pedir de boca.  Demostramos que la Guajira es viable para el cine, eso es lo que todos los visitantes se llevaron en su corazón.  Estamos listos para lo que viene, hemos demostrado que tenemos con qué afrontarlo y hemos comprobado también que aquí hay talento para sacar adelante incluso con producciones propias también.  Bienvenidas sean entonces estas coaliciones de productoras del interior con las nuestras, y productos 100% locales.

Jose Jaime Acuña Mendoza, en su primer papel estelar representando a Moisés

En 2024 La Guajira deja de ser solamente un bonito destino turístico, en estos momentos nos consagramos como un Gigantesco Set, mucho más inmenso que los estudios de Hollywood en los 50.  Se viene una nueva bonanza, y esta vez no es de explotación de recursos minerales ni agrícolas, sino de talentos, buenos augurios para un departamento que siempre ha tenido mucho que dar, pero que hasta el momento es poco lo que recibe a cambio.

  • DIRECTOR / STEPHEN PETTIT
  • DIRECTOR DE FOTOGRAFÍA / BRIAN FRENCH
  • EXECUTIVE PRODUCER / ROY BROWN
  • EXECUTIVE PRODUCER / DOUG JOHNSON
  • CREATOR / CHRIS MCKINNEY
  • PRODUCER / CAMERON BOONE
  • SUPERVISING PRODUCER / REBECCA PETTIT
  • UPM / JOHN HERNANDEZ
  • LINE PRODUCER / DAVID MARTINEZ
  • PRIMER ASISTENTE DE DIRECCIÓN / MONICA ROCHA
  • SEGUNDO ASISTENTE DE DIRECCIÓN / DANIELA GUARNIZO
  • PRODUCTION ASSISTANT / MARZULAY LARRADA
  • PRODUCTION ASSISTANT / HERNANDO DIAZ NÁJERA
  • PRODUCTION ASSISTANT / FRAY BLANCO
  • DIRECTOR DE CASTING / DISNEY OCHOA
  • MOISES / JOSE JAMIE PINTO
  • JEREMIAS  / STEVEN KING
Queremos aportar nuestro grano de arena a la historia del cine mundial y que de una vez y para siempre La Guajira aparezca en las enciclopedias cinematográficas, que nuestra estética, formas y contenidos sean palpables de una manera real ante la retina del mundo.

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Por: Juana Cordero

Juana Cordero.

En las calles de Riohacha, la alegría y la devoción se entrelazan en una celebración única por estos días: las festividades en honor a la Virgen de los Remedios. Este evento, arraigado en la tradición y la fe de la comunidad, no solo marca un momento de fervor espiritual, sino que también ofrece una oportunidad para reflexionar sobre el papel de la democracia en nuestras vidas y en el desarrollo de nuestra ciudad.

Mientras los tambores retumban y las danzas folclóricas llenan el aire con su energía contagiosa, es importante detenerse y considerar el significado más profundo de esta celebración. La Virgen de los Remedios, venerada como protectora y guía, nos recuerda la importancia de la solidaridad, la inclusión y el respeto mutuo en nuestra comunidad. Y en este contexto festivo, es inevitable preguntarnos cómo estas mismas virtudes pueden ser reflejadas en nuestros procesos democráticos locales.

Riohacha enfrenta un desafío crucial: la desconexión entre la planeación y el verdadero desarrollo de la ciudad. La falta de un plan integral para el progreso sostenible se cierne como una sombra sobre la ciudad.

El Plan de Desarrollo, esa hoja de ruta vital para el crecimiento equitativo y sostenible, ha sido relegado a un mero ejercicio técnico en los últimos gobiernos, lejos de las manos y voces de quienes realmente importan: la comunidad. En una ciudad donde las calles resuenan con la alegría de su gente diversa y trabajadora, la participación ciudadana debería ser la piedra angular de cualquier iniciativa de desarrollo. Sin embargo, las puertas de la planificación parecen cerradas para aquellos cuyas voces necesitan ser escuchadas con urgencia.

El liderazgo del alcalde es clave en este panorama desolador. ¿Dónde está su compromiso con la transparencia y la inclusión? ¿Por qué el Consejo Territorial de Planeación sigue esperando una convocatoria que nunca llega? Es hora de que la ley de participación ciudadana se convierta en algo más que tinta en papel, y el alcalde debe liderar este cambio hacia una verdadera democracia participativa.

Además, ¿cómo es posible planificar el futuro de Riohacha sin un profundo conocimiento de su presente? La contratación de una universidad para realizar estudios detallados de la ciudad es una necesidad urgente y La universidad de La Guajira tiene todo y está lista para aportar. Solo con una comprensión clara de las necesidades y potencialidades locales se puede trazar un camino hacia un desarrollo significativo y sostenible.

El Plan de Ordenamiento Territorial (POT) puede ser una herramienta poderosa para abordar los desafíos urbanísticos que enfrenta Riohacha. Sin embargo, nuestro (POT) tiene mas de 20 años, y las actualizaciones de temas ambientales hechos en el gobierno de Rafael Ceballos no son suficientes si la ciudad no ha sido pensada en su totalidad. ¿Dónde está el plan maestro para la recuperación de su patrimonio histórico, esas joyas culturales que merecen ser preservadas para las generaciones futuras?

Además, es imperativo que el nuevo Plan de Desarrollo de Riohacha no solo se alinee con las políticas nacionales y departamentales, sino que también refleje las aspiraciones y necesidades únicas de su gente. La recuperación de los humedales, esos ecosistemas vitales que son parte del alma de la ciudad, debe ser una prioridad indiscutible en este proceso de planificación para mitigar el cambio climático.

La democracia, como construcción social, es el cimiento sobre el cual se erige la voluntad popular. Pero ¿qué sucede cuando esa voluntad se ve desarticulada por la falta de participación ciudadana en los procesos de planificación y toma de decisiones?

 ¿Dónde queda la promesa de un gobierno para la gente, en la que cada voz tenga el mismo peso y valor?

La importancia de la participación ciudadana en el proceso de planificación no puede ser subestimada. Es necesario abrir las puertas de la deliberación a todos los sectores de la sociedad, asegurando que cada opinión sea escuchada y considerada en la construcción del futuro de Riohacha. Solo así se puede garantizar un desarrollo inclusivo y equitativo que beneficie a toda nuestra gente.

La inclusión de las sugerencias del consejo territorial de planeación en la propuesta gubernamental es a menudo meramente simbólica, sin un impacto real en las prioridades y la estructura de gasto establecidas por el Gobierno. Esta desconexión entre la teoría y la práctica socava la legitimidad de la democracia participativa y deja a los ciudadanos descontentos y desilusionados.

Entonces, ¿qué puede hacer el alcalde de Riohacha para abordar estos desafíos y fortalecer la democracia en la ciudad? Compartimos una hoja de ruta que puede ser tenida en cuenta por el alcalde Genaro Redondo Choles.

  1. Fomentar la verdadera participación ciudadana: El alcalde debe comprometerse a crear espacios genuinos de participación ciudadana donde se escuche y se tome en cuenta la voz de todos los sectores de la sociedad, no solo de unos pocos grupos de interés.
  2. Transparencia y rendición de cuentas: Es crucial que el proceso de toma de decisiones sea transparente y que se rinda cuentas sobre cómo se utilizan los recursos públicos. Esto ayudará a generar confianza y legitimidad en el gobierno local.
  3. Fortalecer el papel del Consejo Territorial de Planeación: El alcalde debe trabajar en fortalecer el poder y la influencia de los consejos de planeación, garantizando que estén bien capacitados y representen verdaderamente los intereses de la comunidad.
  4. Incorporar estudios detallados y expertos: Es fundamental contar con estudios detallados sobre la ciudad, su población, medio ambiente y patrimonio histórico para guiar el desarrollo de manera informada y sostenible. Contratar a una universidad o institución de investigación para realizar estos estudios podría ser una opción viable Proponemos la Universidad de l guajira.
  5. Actualizar el Plan de Ordenamiento Territorial (POT): El POT debe ser revisado y actualizado regularmente para abordar los desafíos urbanísticos actuales y futuros de la ciudad, especialmente en temas ambientales y de patrimonio histórico.
  6. Recuperar y proteger los humedales: Los humedales son ecosistemas vitales que deben ser protegidos y restaurados. El alcalde debe tomar medidas concretas para recuperar y preservar estos espacios naturales para el beneficio de toda la comunidad.

El alcalde Genaro Redondo Choles enfrenta el desafío de fortalecer la democracia participativa y garantizar un desarrollo sostenible y equitativo para todos los riohacheros. Solo mediante un compromiso genuino con la participación ciudadana, la transparencia y la toma de decisiones informada, se podrá construir un futuro próspero y justo para todos.

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Por José David Name Cardozo
Senador de la República
Partido de la U

José David Name Cardozo

Crece la preocupación y el temor ante el desabastecimiento de agua en el país, como consecuencia del fuerte fenómeno de El Niño que está impactando el territorio Nacional. El paso del tiempo nos está trayendo temporadas de sequía más fuertes que las anteriores, que representan grandes desafíos sobre la gestión y el uso de los recursos hídricos en Colombia. Una asignatura que hemos venido reprobando y que exige del compromiso de todos.

El devastador panorama, por la intensa sequía, en distintas regiones, tiene desesperadas a las comunidades, quienes se encuentran clamando por ayuda para el abastecimiento de agua. Municipios de Departamentos como Atlántico, Córdoba, Bolívar, La Guajira, Cundinamarca y Antioquia, por mencionar algunos, han iniciado las declaratorias de calamidad pública ante la escasez del preciado líquido. Solo en Albania, La Guajira, se reporta desabastecimiento de agua en 61 comunidades indígenas Wayuu.

Afectaciones a la salud, daños en los ecosistemas, pérdidas de las cosechas, incendios forestales y los disturbios sociales, son solo algunas de las consecuencias que por décadas han acompañado los inclementes episodios de sequía en Colombia. Lamentablemente, la falta de lluvias y el incremento de las temperaturas impactan en mayor medida a las poblaciones más vulnerables, que padecen por la escasez de agua y la inseguridad alimentaria. Un claro ejemplo es La Guajira, que debido a la falta de agua, se mantiene en una crisis humanitaria sistémica que recrudece la pobreza extrema y los problemas de salud.

Por consiguiente, ante un evento climático agresivo, como el actual Fenómeno de El Niño, es apremiante intensificar, en los territorios, distintas medidas para garantizar la disponibilidad del agua potable, el abastecimiento de productos agropecuarios, la asistencia humanitaria, el control de eventos como incendios y las ayudas económicas a los sectores de las poblaciones afectadas.

Si bien Colombia es un territorio con una gran riqueza hídrica, que se encuentra entre los nueve países con mayores recursos de agua en el mundo, el líquido tiene una alta tendencia a escasear, aumentando el riesgo de desabastecimiento. Es así que tenemos la obligación de implementar durante todo el año acciones en pro de la conservación del agua.

Es necesario, prioritario y urgente, que la Nación, departamentos, distritos y municipios profundicen el trabajo en relación con el impulso de políticas de mitigación y adaptación al cambio climático. Así como, también, de educación a las comunidades para que asuman una mayor responsabilidad en la protección y el cuidado del recurso hídrico. El agua es un recurso finito e insustituible que requiere de nuestra buena administración y cuidado.

No tener una cultura de prevención del riesgo hace que este fenómeno climático sea más difícil de afrontar, nuestras comunidades no se están preparando adecuadamente para hacerle frente a estos cambios drásticos del clima que cada vez son más frecuentes. Estos efectos del cambio climático que estamos padeciendo, son solo una pequeña muestra de lo que nos puede ocurrir si continuamos en condición de alta vulnerabilidad y de espaldas a la realidad ambiental.

Estamos ante la mayor amenaza para el medio ambiente, nuestra generación tiene el gran desafío de hacerle frente al cambio climático, desde el compromiso individual.