Opinión

Por José David Name Cardozo
Senador de la República
Partido de la U

José David Name Cardozo

El rezago de Ecopetrol en muchos de sus frentes está agudizando la actual crisis de confianza en su liderazgo y estrategia corporativa, avivando los cuestionamientos a la gestión de la estatal. La incertidumbre acerca del futuro de la empresa más grande de Colombia, es un pésimo síntoma que coincide con el deterioro de la compañía, aumentando el temor por su impacto en las finanzas públicas de Colombia.

Los tropiezos en su gestión y estrategia de transición energética, demandan una revisión profunda y crítica. Cada día la empresa demuestra su dificultad de adaptarse a las exigencias del mercado sostenible, un claro ejemplo es él desangre financiero de aproximadamente $3,000 millones diarios, que presenta por la baja cobertura energética en sus procesos productivos que la obligan a comprar a precios de bolsa de energía.

Esta alta dependencia de la energía eléctrica que tiene en su operación encarece de manera considerable el precio del barril, representando un alto costo para sus finanzas, anualmente la compañía gasta unos 250 millones de dólares para la adquisición de energía. Una evidente falta de previsión y estrategia a largo plazo que ha costado caro a la compañía y a sus accionistas.

La caída en las utilidades y los ingresos del 2023, que según el balance financiero oficial, fue del 42,8% en comparación con los 33,4 billones de pesos registrados en el 2022, y de un 10,2% con $16,4 billones menos frente al año anterior, reflejan el retroceso y la crítica situación de Ecopetrol.

Los signos de lentitud y falta de agilidad, que demuestra compañía en medio de industria tan compleja como la petrolera, están deteriorando su reputación y atractivo como inversión segura y rentable. Ni que decir de las últimas decisiones anunciadas, como la confirmación de importar gas desde Venezuela el próximo año, que nos conduciría a la pérdida de la seguridad energética y el incremento en los precios del combustible.

A todo lo anterior, se suman los problemas jurídicos de su presidente Ricardo Roa, a quien se le investiga por la financiación de la campaña presidencial de 2022. Un escándalo que nada bueno le genera a la empresa petrolera que se encuentra cotizando en la Bolsa de Valores de Colombia y de Nueva York.

Con un rezago sin precedentes, fruto de la desinversión en la exploración y producción, la reducción en la actividad de taladros, una transición energética estancada, y la evidente inacción de su dirección, la empresa presenta delicados riesgos que demandan una revisión profunda y crítica, con actuaciones transparentes.

El país necesita una dirección realmente comprometida con la transición energética que potencie los recursos de crudo y gas, garantizando la eficiencia operativa y financiera de la empresa, así como el cumplimiento de sus objetivos ambientales y económicos. Urge un plan de acción claro, respaldado por inversiones significativas en tecnologías que disminuyan su impacto ambiental y genere resultados.

Por: Elinda Bruges González Comunicadora Social- Periodista

Elinda Bruges Gonzalez , comunicadora social- periodista. Magister en comunicación, ganadora del Premio Simon Bolívar en la categoría crónica Radio 2019

¿Por qué será que La Guajira es objeto de tanta corrupción y entramados? ¿Qué es lo que la hace tan atractiva para que se empecinen con ella? Me atrevería a decir que no solo su riqueza natural; la vulnerabilidad de su gente y sus necesidades; pero más que eso, el silencio cómplice de sus habitantes, su memoria selectiva, la adulación pecaminosa a políticos, que con sus atractivos discursos de falsedad han hecho procrastinar el fin común de miles de guajiros.


La ignominia que se ha cometido con esta región es similar a su índice de pobreza, el cual ostenta un indecoroso segundo lugar, solo superado por Chocó. La península ha sido avergonzada, su carácter de ser la majestuosa entrada a Sur América, un título ganado por su estratégica ubicación geográfica, ahora guarda similitud con la gran Cenicienta del Caribe, por ser el emporio de las promesas incumplidas, la burla ruin de los que aparecen en campaña a buscar votos, de los votos que algunos ciudadanos entregan con afán a un aparecido, que ni siquiera es de su tierra, que no la siente, con la falsa intención de cambiar lo incambiable. Siento que a los guajiros les ha faltado, así como su tono de voz se asemeja a las olas del mar cuando irrumpen en las piedras de sus playas, fuertes y contundentes, así debe ser la persistencia de su carácter cuando su tierra ha sido violentada moral y socialmente, cuando se les arrebata la capacidad de tenerlo todo, porque esta tierra ha dado todo, limitándose a pedir favores y no a exigir derechos. Muchos prefieren mirar de largo, otros no hacen eco y muchos otros parten para no ver terminar de desmigajar a su tierra.
Del futuro ni se habla, parece que no existieran las nuevas oportunidades para esta región y su gente.
Creo que si Francisco J Brito se asomara tan solo un ratico a ver lo qué pasa en su natal Guajira, volvería a encerrarse en su caja mortuoria a escribir un nuevo bando, eso sí, un bando fuerte, tal vez sin escrúpulos, ni tapujos para expresar unas cuantas y necesarias verdades con elegancia, diciendo cada cosa por su nombre, llamando a fulanito y sutanito “sin vergüenzas”, quizá no le alcanzará el papel, pero sí su alma aguerrida por defender lo suyo.
No solo basta con que a la Guajira la mencionen en inspiradoras canciones, ni que se recuerde a Gabo caminando en sus calles como el literato que fue engendrado en sus históricas casas o que Francisco el Hombre sea el más valiente por enfrentar a ese mismo que ha estado entrometiéndose en el devenir de este pueblo y su gente.

Y aun así, entre tantas dificultades, entre lo precario y el olvido, entre el gobierno y desgobierno, entre lo diáfano y lo oscuro, la Guajira, espera que algún día, alguien o algunos la defiendan y no de cualquier manera, ella espera que el ímpetu con el que se ha levantado a través de su historia, sea el mismo que no se haya desvanecido, para salvarla de esa vastedad desolada que pesa tanto como el olvido de sus habitantes.
Hay un abandono sistemático entre las partes, que se acompaña con el silencio resignado de su gente que parece aceptar la pobreza como destino inevitable.

Entonces resulta necesario y urgente despertar la conciencia colectiva y hacer un llamado a la acción, para romper este ciclo de desatención y desesperanza que hacen que la “dama reclinada” ya esté cansada de rufianes “galanes que dicen quererla”.

Vilbrum Edward Tovar Peña

Por Vilbrum Edward Tovar Peña.

Con el desplome o hundimiento de las reformas sociales el tiempo es valioso y si nos reaccionamos oportunamente el pueblo soberano que es sabio y nuestro jefe con razón nos pasara una factura con altísimos intereses.
Estamos de acuerdo con nuestro presidente Gustavo Petro que cuatro años no son suficientes para hacer las trasformaciones necesarias, necesitamos ganar las elecciones parlamentarias en el 2026, pero también necesitamos un gran acuerdo para superar la violencia y sus caldos de cultivos la corrupción y el narcotráfico.
Es necesario proponer y darle tramite a una ley de punto final que beneficie a todos los actores de la violencia y nos conduzca por los caminos verdaderos de la reconciliación y la paz devolviéndole la tierra a los campesinos desplazados como punto número del acuerdo de paz que contiene el acuerdo que se pactó con la insurgencia y que muchos se empeñaron en volverlos trizas. El cumplimiento de este acuerdo contribuirá a la transformación estructural del campo, cerrando las brechas entre el campo y la ciudad y creando condiciones de bienestar y buen vivir para la población rural.
Entonces es hora de asumir responsabilidades, gobernar y demostrar que estamos dispuestos a corregir nuestros desaciertos, para ello debemos ejecutar con transparencia, eficacia y eficiencia los recursos públicos.
El presidente Gustavo Petro ha insistido por todos los medios y con angustia en lograr un acuerdo nacional para sacar adelante las transformaciones sociales que beneficien al pueblo.
Pero la respuesta definitiva, contundente y concluyente de los opositores desde el Congreso de la Republica, es la clásica actitud constante de hacer chistes y no tomar en serio nada ni a nadie, lo que es igual a la clásica “mamadera de gallo” para conservar las cosas como están y mantener los privilegios de los sectores minoritarios que los financian en sus campañas.
La oposición no puede ser tan mezquina y pensar solo en garantizar el control y dominio de importantes sectores sociales con sus contratos precarios en la relación laboral, controlar las licitaciones públicas, seguir manejando sin vigilancia los recursos de la salud de los colombianos con su intermediación que conduce a que desaparezcan billones de pesos, mientras los ahorros de los trabajadores en los fondos privados de pensiones acrecientan beneficios del sistema financiero en detrimento de las futuras o casi nulas pensiones.
Una clase política que amaga y vacila en el trámite de las reformas sociales en el congreso, mientras mantiene su representación y control de los órganos de dirección del gobierno nacional en especial en los institutos descentralizados en los territorios, donde continúan ejerciendo el ordenamiento del gasto, la contratación y la no aplicación de las políticas públicas del gobierno del cambio oponiéndose sistemáticamente a ellas, pero en beneficio no solo quienes los sostienen en sus cargos sino también de quienes son dueños de sectores estratégicos de la economía que controlan los peajes por las grandes las carreteras nacionales y la infraestructura portuaria. Para solo citar dos casos.
Este sector minoritario que se opone al progreso de la economía y la colectividad, con una amplia representación en el Congreso de la Republica en el momento definitivo de las decisiones se alinean con quienes los financian y hunden las reformas sociales.
Frente a esta realidad no toca otra salida que el presidente de la republica recurra a establecer el esquema GOBIERNO- OPOSICION. Que nuestro presidente desde el ejecutivo realicemos las obras publicas de infraestructura y ejecutemos los presupuestos estatales que beneficien al pueblo.
Quienes no ganaron el gobierno, pero ganaron una representación en el senado y cámara hagan lo que le corresponde hacer y para lo cual fueron elegidos, realicen los respectivos debates de control político. De esta forma se enriquece la democracia y se respetan sus derechos.

Por José David Name Cardozo
Senador de la República
Partido de la U

José David Name Cardozo
Senador de la República
Partido de la U

Pañitos de agua tibia que están lejos de disipar la fuerte calentura que ahoga la Costa Atlántica por las altas tarifas de energía, fueron los que colocó el Gobierno Nacional la semana pasada en la reunión con los congresistas de la bancada Caribe. Con soluciones de mediano y largo plazo, el Gobierno sorteó el problema de la crítica situación energética de esta región del país, una de las piedras en el zapato que no se ha podido quitar.

La insatisfacción del Caribe radica en que las soluciones anunciadas no conducen a bajar el precio de la energía en los próximos meses. En conclusión, se seguirá en las mismas por un tiempo más, con la agravante que estamos en medio de un Fenómeno de El Niño que en menos de lo que canta un gallo va a impactar los recibos de energía, debido a la alta exposición en bolsa que tienen los usuarios de la región, quienes son objeto de aumentos injustos y desproporcionados.

Si los buenos momentos, con máximos históricos, en los embalses en el país, no se han traducido en reducciones en las tarifas de los usuarios, quienes a pesar de la abundancia hídrica, continuaron pagando elevados montos en las facturas de energía: ¿Qué se puede esperar durante esta temporada de sequía?

Este panorama se agudiza con la crisis financiera de las empresas distribuidoras, por la billonaria deuda que tiene el Gobierno Nacional por concepto de opción tarifaria, que amenaza con recrudecer debido a que no se ha cumplido con el desembolso total del crédito de 2 billones de pesos de Findeter con el que se buscaba diferir en cuotas el pago de obligaciones con las generadoras. Una medida que, además de insuficiente, no se ha hecho efectiva en su totalidad.

Tampoco hay que olvidar que en la Costa fue establecido un régimen tarifario especial que ha creado un hueco en el bolsillo de los usuarios. Aunque el Gobierno ha reconocido lo injustificable que resulta, que los usuarios de la Costa Caribe tengan que pagar por el robo de energía y por la deteriorada infraestructura del sistema de distribución, sigue sin dar una solución a este régimen especial transitorio.

Los intentos del Gobierno por lograr una disminución en el precio del kilovatio han sido infructuosos y opacados por la negligencia demostrada en temas cruciales como la elección de los comisionados de la Creg. En medio de todo, la Costa Atlántica exige alivios reales que contribuyan a mitigar las altas tarifas de energía, no soportan un nuevo incremento en sus recibos.

Ante este escenario, hemos pedido al Gobierno que entregue soluciones inmediatas, metiéndose la mano en el bolsillo y pagando la millonaria deuda que tiene con las empresas comercializadoras por concepto de opción tarifaria. También, que realice las inversiones en infraestructura, que actualmente recaen en los usuarios y elimine el injusto pago por concepto por pérdidas no técnicas de energía que está afectando a los más de 11 millones de usuarios del Caribe. Se requiere de una hoja de ruta que plantee las acciones necesarias a corto plazo para atender la situación que viven los diferentes departamentos de la Costa Caribe.

Hernando Diaz Nájera – Director y Productor de Audiovisuales

Aplausos para la asociación Resilientes por esta apuesta.

Con maletas cargadas de esperanzas e ilusiones, varias producciones se presentaron al Festival organizado por la asociación Resilientes.

Se espera un despliegue mas grande en las próximas ediciones en las cuales los participantes puedan recibir algún tipo de estímulo económico para poder continuar con su labor.

El pasado 23 de marzo en la ciudad de Riohacha, se estrenó el festival Cineplaya, un espacio abierto por la asociación Resilientes para aportar un grano mas de arena al Sector Cinematográfico del departamento.

La belleza de la mujer riohachera engalanó el evento
El público conoció personalmente a los autores de los cortometrajes

Con las exóticas playas de Riohacha como escenario, el evento sirvió para que invitados y transeuntes desapercibidos no solo pudieran apreciar el talento Guajiro en pantalla, sino conocerlos, escuchar anécdotas sobre su obra y hacerles preguntas directamente. Buen ejemplo para aquellos que solo se limitan a escenarios que cobran un ojo de la cara por alquilar sus espacios para reuniones y proyecciones. Aunque aclemos que espacios como Nautical también son abiertos a este tipo de eventos, tomemos como ejemplo LA TERTULIA que se celebra cada 15 días en dicho establecimiento, no cobran Cover, no hay que pagar entradas y nadie del establecimiento te mira feo porque no tienes para comprar ni una botellita de agua (Buena por esa Nautical) aunque en realidad sus precios están al alcance de todo bolsillo.

Con 4 documentales y un Thriller de Suspenso e intriga, quedó demostrado que en nuestras tierras contamos con el talento suficiente para sacar adelante esta industria.

  • CUANDO NO VUELVAN LAS LLUVIAS de Daniel Pedrozo Payares – Uribia 2022, Documental
  • KATARSIS de Hernando Diaz Nájera – Riohacha 2022. Thriller (Estreno)
  • ESTRELLA TEJEDORA de PABLO HINCAPIÉ – Maicao 2023. Documental
  • VIDEOCARTA: NIÑOS DE LA BENDICIÓN DE DIOS de Fray Blanco – Manaure 2024
  • NA JOUKTAIKANA, VIENTOS de Neko Agustín Epieyu – Manaure 2024.

Muy buenos trabajos, que sin tanto aspaviento, sin grandes presupuestos (como el caso de Katasrsis que fue realizado con la colaboración de la familia y amigos), ni grandes costosas puestas en escena cuya viabilidad que dependa de fondos estatales como el FDC, Mintic, Netflix o Amazon, entre otras. solo entidades locales, como Hocol o la Alcaldía distrital, entre otras, lograron cautivar al público asistente que superó los 40 espectadores (hay que reconocer que le ganaron a muchos estrenos como Openhaimer, Flash, los Juegos del hambre, y muchas mas en las salas de Cineland y Royal Films de Riohacha).

Queda una segunda presentación para el próximo 30 de marzo en el mismo sitio: La Playa entre calles 5 y 6 al pie del Fondo Mixto de Cultura (antigua Terraza Marina), en donde se presentarán cortos hechos con celular.

De lo anterior me queda una duda también, ¿Somos una sociedad tan espatajopo que si no vemos grandes figuras como Luis Diaz o logos como Netflix brillar en un cartel, no creemos que los eventos y convocatorias locales valen la pena nuestro tiempo? Ombe.

Acá en el departamento he visto una considerable cantidad de personas que salen de las sombras a mostrarse como realizadores de contenido, directores, productores, actores, etc., porque en el encuentro de Audiovisuales saltó mas de una liebre del matorral esgrimiendo sus argumentos exigiendo condiciones y garantías para realizar su trabajo.  Pero ¿ante una convocatoria departamental para un festival, solo participamos 5?, dudo entonces eso de que somos tantos con tantos galardones y en realidad la lista se reduce a pocos y los demás vienen atrás más bien arrastrados por la marea.

Claro que el tema anterior me deja dos posibles conclusiones:

  • Tenemos productoras tan exclusivas que solo se presentan en festivales internacionales y no pierden el tiempo con Festivales locales (los veré con el tiempo implorando por ser proyectados).
  • Nadie mas se quiso presentar porque como no había incentivos económicos (lo se porque yo como participante no los vi), entonces su conclusión fue ¿para que me presento?, ese detalle también es para analizar y discutir.

De todos modos, se realizó el festival y con esto continúa la gran labor de la Asociación Resilientes, quienes le aportan un grano mas de arena al fortalecimiento del cine en La Guajira.

Sin embargo, queda un sinsabor, al darnos cuenta que algunas productoras locales de recorrido no muestran su trabajo a su gente, será que no lo merecemos y somos muy poco para ellos o no existirán esos trabajos… el tiempo lo dirá.

Queremos aportar nuestro grano de arena a la historia del cine mundial y que de una vez y para siempre La Guajira aparezca en las enciclopedias cinematográficas, que nuestra estética, formas y contenidos sean palpables de una manera real ante la retina del mundo.

Por: Benjamín Murgas Téllez

Benjamín Murgas Téllez
Ingeniero Industrial
Mg. Gerencia de proyectos industriales
Doctorando: Ingeniería Industrial

La Visión de que en La Guajira haya una transición hacia una economía baja en Carbono hay que mirarla desde diferentes enfoques:

1. Desde la perspectiva de las condiciones meteorológicas el Departamento tiene todas las condiciones para convertirse en el principal generador de energías limpias no solo de Colombia, sino de Latinoamérica, gracias a su alto potencial energético (Eólico y Solar) ya que es reconocida como uno de los 10 mejores sitios continentales a nivel mundial en función de su potencial eólico.

2. La transición energética se complica por el lado de la cultura del pueblo wayuu, que son los dueños de las tierras donde se deben localizar los proyectos de generación de energía eólica, principalmente, debido a las prerrogativas que poseen sobre la tenencia de la tierra, por tratarse de Resguardos Indígenas, y además, por el desplazamiento obligado que causa la instalación de molino de viento en el territorio, lo cual requiere que se diseñen algunas estrategias para hacerle frente a la situación, entre las cuales se pueden plantear:

• Es fundamental orientar el emplazamiento de los proyectos eólicos y solares en el departamento de La Guajira, de tal forma, que generen de verdad las posibilidades para transformar integralmente el estado de decida y atraso en las condiciones de vida de la población guajira, especialmente de los indígenas wayuu. La prioridad de la inversión debe focalizar la intervención de las variables que inciden básicamente en las Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) que están en la actualidad por encima del 90% (DANE), para mencionar el caso de Uribia.

• El proceso hacia la transición energética demanda un gran esfuerzo en la articulación y coordinación, orientada por los principios de concurrencia subsidiariedad y complementariedad, donde participen todos los niveles de gobierno (Nacional, Departamental y Local), academia, sector privado, organizaciones sociales y principalmente la población influenciada por la generación de energía. Además, los procesos de consulta previa y otorgamiento de las licencias ambientales deben ser participativos, articulados y transparentes.

• Se requiere un fortalecimiento para generar competencias, tanto en lo institucional y social en el Departamento, que permita enfrentar de manera adecuada los grandes y complejos retos que demandan el desarrollo social y territorial de La Guajira.

• Existe la necesidad de diseñar e implementar un modelo económico empresarial transversa e incluyente en los proyectos de generación de energía, donde se prevea la participación como socios la institucionalidad pública (Gobernación, municipios, resguardos), el sector privado, y principalmente la población impactada por los proyectos que se implementen.

• Ampliar la inversión para la generación de energía eólica marina aprovechando el gran litoral con que se cuenta en La Guajira.

• Una idea, que puede sonar descabellada, por la particularidad de la cultura de la población Wayuu y es: “Aprovechar el desplazamiento causado por el establecimiento de los proyectos, que es inevitable, para definir asentamientos en territorios comunes (establecerse en zonas específicas varias comunidades, menos dispersas) lo que permitiría brindarles mayor cobertura y calidad en la prestación de servicios públicos contribuyendo de esa forma al mejoramiento de las condiciones de vida”.

Pero causa una alerta especial, el hecho, que aún no asoma una estrategia articulada entre la Gobernación con los demás actores (nación, municipios, academia, empresa privada, asociaciones, población Wayuu, entre otros,) para enfrentar el proceso de transición energética de forma integral, por lo que recomiendo que se establezca un equipo técnico interinstitucional e interdisciplinario que se encargue de pensar y definir cuál es la ruta y los proyectos a desarrollar en La Guajira frente a la transición energética.

Por otro lado, es cierto que la transición energética a producción de energías limpias (compromiso de la Agenda 2030), ocasiona la terminación del ciclo de extracción de carbón en La Guajira, causando un alto impacto en la economía del Departamento, debido a que el sector de Minas y canteras representa el 57.6 del PIB del Departamento para el 2022, siendo el carbón el principal componente. De ahí, que estamos en mora de iniciar un plan de choque prospectivo frente a la desestabilización que se generaría en la economía de La Guajira.

En ese sentido, todo apunta a que la estrategia es propender por recuperar la vocación económica que ostentaba La Guajira antes de iniciar la explotación minera en los años 80, donde su economía se basaba en la agricultura y el comercio, entre otras, pero para ser competitiva en la actualidad, requiere que se introduzcan procesos de Investigación, Desarrollo e Innovación. No se puede desconocer, que en el Departamento se han hecho muchos ejercicios de identificación de apuesta para la diversificación de la economía (Agenda prospectiva, agenda de competitividad, entre otras) pero la realidad es que han ido a parar en los anaqueles de nuestras instituciones.

Creo que estamos a tiempo de definir estrategias reales frente al escenario incierto que se nos avecina, porque a pesar de que se logre consolidar una transición energética a partir de fuentes de energía eólica y solar, lo cual no está asegurado, las regalías y el impacto en nuestra economía no alcanzaría el nivel logrado por la explotación de carbón, ante todo en lo que tiene que ver con la oportunidad de empleos directos e indirectos generados. Lo anteriormente expuesto, indica que se debe establecer un proceso de desarrollo bien planificado que nos permita definir la visión que queremos los guajiros y residentes de nuestro Departamento, por lo cual planteo como trampolín para apalancar la formulación de una Agenda Prospectiva, que nos permita visionar las principales apuestas de Desarrollo Económico, Social y estrategias de inclusión de la población con un horizonte al 2050 (2026-2050), o sea, 24 años (incluye 6 periodos de Gobierno), y establecer mediante ordenanza Departamental un mecanismo de continuidad en su cumplimiento por parte de los futuros gobernantes, sin perjuicio de poder vincular los requerimientos que demanden las variaciones que se presenten en el futuro.

Otro aspecto critico a tener en cuenta es el relacionado con la participación equitativa, porque no se puede desconocer que en La Guajira nos caracterizamos por un pensamiento y accionar permeado por lo individual, el egoísmo y la poca solidaridad, lo que engendra una gran brecha social y económica entre los pobladores, evidenciado en el alto nivel del GINI (mide la desigualdad dentro de las poblaciones), que para el 2023 alcanzo 0,522, lo que nos ubica como uno de los Departamentos más desiguales (Pocos ricos y muchos pobres) del país. Esto en La Guajira se convierte en un tema complicado, porque implica, cambiar totalmente la manera de actuar, tanto de nuestros dirigentes como conciudadanos del común, o sea establecer un proceso de Desaprender para Aprender, lo cual nos ayudaría a reducir o eliminar errores repetitivos sobre todo en la manera de actuar y la toma de decisiones en nuestros procesos y nos apalancaría a un progreso ascendente, olvidando el pasado, pero aprendiendo de él para vislumbrar nuevas habilidades que nos conlleve realmente al desarrollo integral que urgimos en La Guajira.

  1. i

EL BANCO INTERAMERICANO DE DESARROLLO BID LE HA ENTREGADO AL DEPARTAMENTO DESDE EL 2020 MÁS DE USD 77 MILLONES DE DÓLARES, ALGO ASÍ COMO TRESCIENTOS CUARENTA Y CUATRO MIL MILLONES DE PESOS EN MONEDA COLOMBIANA.

Jarlen Garrido.

A los ya evidentes escándalos que han suscitado la compra de 40 carro tanques por la UNDGR (Unidad De Gestión del Riesgo), para distribuir agua en el Departamento de la  Guajira.  Aún no se conoce  con claridad detalles que justifiquen la compra de los mismos, ni los estudios técnicos y de factibilidad que motivaron a tal inversión. A esto se suma un informe que demuestra que la empresa encargada de hacer la compra de los carros tanques, solo existe en papel.  Sin embargo, no es la primera vez que La Guajira es el centro de atención para buscar soluciones al eterno problema del agua, todos los Presidentes, sin excepción en las últimas dos décadas le han echado mano al presupuesto de la nación, para solucionar (dicen ellos) el problema del suministro del agua en las comunidades de la guajira. Sentencias van y vienen, créditos van y vienen, como por ejemplo el del Banco Mundial por la suma de USD 90 Millones de dólares, cuya inversión solo dejo unas deudas gigantescas al Departamento de la Guajira y uno que otro millonario por cuenta de estas inversiones que, supuestamente era para solucionar la distribución del preciado líquido a los Guajiros.

Hoy se está a la espera de los informes que deberían ser publicados el pasado 23 de febrero por parte del BID Banco Interamericano de Desarrollo, donde se detalla en que va la inversión de los créditos 5189/GR-CO del proyecto CO-J0009 por un Costo de (USD 7.750.000,00), (siete millones setecientos cincuenta mil dólares), este hace parte del “Programa de Agua Potable y Saneamiento para el Departamento de La Guajira” y cuyo instrumento financiero es “Facilidad de financiamiento No Reembolsable del BID”.  El segundo  crédito es el  GRT/CF-18453-CO del proyecto CO-G1017, cuyo monto total es de USD 5.000.000,00 (cinco Millones de dólares), este hace parte del instrumento de Donación.El objetivo general era contribuir al cumplimiento de los objetivos del Programa Guajira Azul, herencia del exministro Malagón, del Gobierno de Iván Duque, y cuyo objetivo entre otros  era de incrementar la población atendida con agua apta para el consumo humano, con continuidad y adecuado saneamiento. El tercer informe es el relacionado al 5193/OC-CO  del proyecto CO-L1242, por valor  total es de USD 64.822.625.77 algo más de sesenta y cuatro millones de dólares, con “Facilidad de Financiamiento Flexible” como instrumento financiero. Es decir solo el Banco Interamericano de Desarrollo BID le ha entregado al Departamento desde el 2020 más de USD 77 Millones de Dólares,  algo así como  Trescientos cuarenta y cuatro mil millones de pesos en Moneda colombiana, para inversión en suministro de agua Potable. Paradójicamente, la Guajira sigue estando en la órbita de la Banca Multilateral como priorizada a los complejos problemas del suministro de Agua Potable,  pero ni conocemos las condiciones de estos créditos, ni se hace un debate serio de hacia dónde están direccionando estos recursos, y porque seguimos endeudados  o nos siguen donando recursos pero con el agua lejos.

Por José David Name Cardozo
Senador de la República
Partido de la U

Con un fenómeno de El Niño arreciando en todo el territorio nacional, es apremiante atender las alertas sobre el fuerte impacto que podría causar una larga sequía en la producción agrícola y ganadera del país. Una eventual escasez y aumento en el costo de los alimentos, conduciría hacia un escenario crítico a las familias más pobres, que luchan por llevar a sus bocas al menos una comida al día.

La falta de lluvias impacta en mayor medida a las poblaciones más vulnerables, que padecen por la escasez de agua y la inseguridad alimentaria. Un claro ejemplo es La Guajira, que debido a la carencia del preciado líquido, se mantiene en una crisis humanitaria sistémica que recrudece la pobreza extrema y los problemas de salud. Por consiguiente, ante un evento climático agresivo, como el actual Fenómeno de El Niño, es urgente intensificar, en los territorios, distintas medidas para garantizar la disponibilidad del agua potable, el abastecimiento de productos agropecuarios, la asistencia humanitaria y las ayudas económicas a los sectores de las poblaciones afectadas.

Los altos índices de desnutrición y las escalofriantes cifras de muertes por hambre, especialmente en la población infantil, dan cuenta de una dolorosa realidad que acecha sin contemplaciones en el país. De acuerdo con la Procuraduría, son más de 250, los niños que murieron por física hambre en Colombia entre 2023 y lo corrido de este año. Somos uno de los 63 países con mayor número de personas desnutridas, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Aunque algunos de los productos de la canasta básica registraron disminuciones en sus precios en lo que va del mes de febrero, se teme que con el recrudecimiento de la sequía, se afecte en poco tiempo la producción local. En solo 45 días “El Niño” causó pérdidas por $122.400 millones en la ganadería bovina colombiana, así lo informó la Federación Colombiana de Ganaderos, FEDEGÁN. Ni que decir de las hectáreas de cultivo afectadas, que según cifras oficiales ascienden a más de 23.986 hectáreas.

Este fenómeno climático extremo no es más que uno de los terribles efectos de la actividad humana que está alterando la composición de la atmósfera mundial. Nuestro planeta nos está exigiendo medidas radicales para atender esta grave problemática que ya no da espera, cada año las sequías vienen con nueva fuerza mostrándonos sus consecuencias devastadoras, entre ellos la inseguridad alimentaria.

Sin lugar a dudas, la estrategia para mitigar los efectos de las sequías y las heladas debe ser la prevención y planificación. Así que, mientras nos alineamos a las adaptaciones que exige el cambio climático, es imperioso implementar políticas de acción, prevención y gestión que contribuyan a mitigar los efectos que traería el fenómeno sobre la producción agrícola y ganadera.

Con una economía en cuidados intensivos que amplía la enorme brecha de inseguridad alimentaria, afectando a millones de familias colombianas, se hace vital priorizar la lucha contra el hambre en el país. Para ello, urge contar con los mecanismos adecuados que permitan establecer una política pública coherente para responder y garantizar los derechos fundamentales de la ciudadanía, como lo son la alimentación adecuada y la protección contra el hambre y la desnutrición. Garantizar la seguridad alimentaria debe ser la prioridad.

Por: Juana Cordero

Queridos lectores, en medio de la árida tierra guajira, donde el sol parece devorar cada rastro de vida de nuestro pueblo wayuu, se alzan los imponentes carro tanques, como monumentos de una promesa incumplida. Promesas de alivio, de esperanza, de un derecho tan básico como el agua. Sin embargo, mientras estos gigantes de metal y plástico descansan en la tierra sedienta, y algunos se aventuran en los caminos de trocha a llevar agua a más de 2.553 rancherías, la sed persiste y el sufrimiento de nuestro pueblo perdura.

Recientemente, los ojos del país se posaron sobre una historia de derroche, presunta corrupción y desesperanza en la adquisición de estos vehículos destinados a llevar el vital líquido a nuestras comunidades más necesitadas. La indignación brota al conocer los detalles: sobrecostos exorbitantes, contratos cuestionables, y una gestión que deja mucho que desear. Pero más allá de este escándalo aislado, ¿Qué nos dice esta situación sobre el estado del agua en La Guajira?

La cruda realidad es que los carros tanques son solo una solución parche para un problema estructural mucho más profundo. La escasez de agua en nuestra región no se resolverá con jagüeyes, pozos de agua o incluso con miles de estos vehículos distribuyendo agua a cuentagotas. Necesitamos una solución integral, una visión a largo plazo que trascienda los intereses políticos y las soluciones temporales.

Es aquí donde debemos mirar hacia el ejemplo de Israel, un oasis en medio del desierto, donde el agua fluye en abundancia gracias a un enfoque revolucionario en la gestión hídrica. En lugar de luchar contra la sequía, Israel ha convertido el desierto en tierra fértil mediante tecnologías innovadoras, políticas públicas eficientes y una mentalidad centrada en la sostenibilidad.

El milagro israelí no es una fantasía inalcanzable, sino un modelo a seguir para regiones como La Guajira, donde la escasez de agua amenaza la vida misma. Imaginen un futuro donde nuestra tierra árida se convierta en un exportador de agua, donde la abundancia reemplace la escasez y la prosperidad florezca en lugar de la desolación.

Sin embargo, para lograr este sueño, necesitamos un liderazgo valiente y comprometido. Por eso, hago un llamado al presidente Gustavo Petro y al gobernador Jairo Aguilar para que dejen de repartir pobreza con el agua y comiencen a generar riqueza con ella. Es hora de abandonar las soluciones temporales y abrazar un enfoque audaz que nos lleve hacia un futuro de abundancia y prosperidad.

Debemos considerar las cinco soluciones prácticas que Israel ha implementado con éxito para gestionar el agua de manera eficiente y sostenible, las cuales no caerán del cielo.

Riego eficiente: Implementar sistemas de riego por goteo y otras tecnologías para maximizar el uso del agua en la agricultura. 

Tratamiento y reutilización: Desarrollar sistemas de tratamiento de aguas residuales para su reutilización en la agricultura y otras industrias.

Desalinización:  Explorar la viabilidad de la desalinización del agua de mar para aumentar la oferta de agua potable.

Identificación de fugas: Implementar tecnologías avanzadas para detectar y reparar fugas en los sistemas de suministro de agua.

Innovación tecnológica:  Fomentar la innovación en el desarrollo de nuevas tecnologías para la generación y conservación del agua.

Además, el presidente de la República, Gustavo Petro Urrego, anunció la construcción de un tubo que partirá desde el embalse de la represa del río Ranchería, atravesará plantas potabilizadoras y llevará el recurso hídrico a los sectores del extremo norte de la península. Sin embargo, esta medida resulta insuficiente y evidencia una falta de visión por parte del gobierno y sus asesores. En lugar de simplemente instalar un tubo, es fundamental considerar la implementación de un sistema de transporte departamental de agua desde la represa del río Ranchería, tomando como referencia el exitoso modelo de la empresa Mekorot en Israel.

La empresa Mekorot se ha destacado por su capacidad para transportar agua desde fuentes lejanas hasta regiones áridas, garantizando un suministro constante y confiable incluso en las condiciones más adversas. Este enfoque proactivo en la gestión del agua ha sido fundamental para convertir el desierto israelí en tierra fértil y próspera.

En La Guajira, donde el acceso al agua es limitado y las distancias entre las fuentes de agua y las comunidades son considerablemente largas, un sistema de transporte departamental de agua podría ser la clave para garantizar un suministro suficiente y equitativo en toda la región. Utilizando tecnologías innovadoras y una planificación estratégica, este sistema podría aprovechar al máximo los recursos hídricos disponibles y llevar el agua donde más se necesita, incluso en los períodos de sequía más severa.

Al emular el trabajo de Mekorot y el Milagro del Agua en Israel, La Guajira podría establecerse como un líder en la gestión del agua a nivel nacional e internacional, demostrando al mundo que, con visión, voluntad y determinación, incluso los desiertos más áridos pueden florecer. El milagro del agua ya ha sucedido en Israel; ahora es nuestro turno de hacerlo realidad aquí en nuestra tierra amada.

¡Que el agua fluya y la esperanza renazca en La Guajira!

José David Name Cardozo

Por José David Name Cardozo
Senador de la República
Partido de la U

Los últimos sucesos ocurridos en el país con el asedio a la Corte Suprema de Justicia, por parte de algunos manifestantes, son una clara amenaza contra la democracia colombiana, que sin duda deben convocar de manera inequívoca a la defensa por el respeto a las instituciones y su independencia. Como colombianos estamos obligados a unirnos en un mismo sentir, alrededor del perdón y la reconciliación, como motores de una nueva mentalidad que sirva al progreso y a la estabilidad social.

El alto nivel de crispación social y política que se vive actualmente, debido al cóctel de la desinformación, la poca confianza en las instituciones, la polarización, y la violencia, está agudizando la tensión entre poderes, con resultados nada buenos para el país, mientras cada vez se distancia más de la reconciliación. La sensibilidad o la falta de ella recalca posiciones antagónicas que se alimentan de verdades a medias para forjar un radicalismo que nos está destruyendo. Es hora de hacer un alto y converger con empatía en un diálogo constructivo que nos una y acerque a ese mejor país con el que todos soñamos.

La semana pasada quedó demostrado que es un error garrafal, ejercer presiones a través de la movilización social. Siempre defendemos el legítimo derecho a la protesta pacífica, pero no el hecho de que se quiera utilizar para interferir en el desarrollo del trabajo transparente, independiente, y riguroso, que debe realizar cada institución.

Nuestro llamado es que todos rodeemos de garantías a las instituciones del Estado, que asumen por estos aciagos días serios roles como la elección de la nueva fiscal general de la Nación, que confiamos, se realizará en medio de un proceso con todas las garantías, tal y como lo ordena nuestra Carta Política. Hay que dejar actuar a las Cortes, Fiscalía, Procuraduría y Contraloría dentro de la esfera de sus competencias Constitucionales y legales, que sus fallos o acciones cualquiera que sean el sentido, sean acogidos y respetados, sin que exista interferencia ni presión alguna por las otras ramas del poder público.

El presidente Gustavo Petro debe esforzarse en encaminar el diálogo hacia el respeto, la conciliación, el compromiso y los resultados, así a través de consensos y acuerdos razonables, disipar la conflictividad y generar un ambiente propicio para el desarrollo del país en todos aspectos. Es urgente fortalecernos como país, hablar un solo lenguaje, dejar de estigmatizar, sentar en una misma mesa, abandonar los egoísmos y las confrontaciones, porque hoy lo importante es salir adelante, respetando las instituciones.

La única manera en que realmente podremos avanzar como país, es logrando una reconciliación nacional; que la izquierda y la derecha dejen de impulsar el odio, y lideren con inteligencia, enfocados en la reivindicación social. Nada bueno le produciría a Colombia una crisis institucional. No podemos permitir que se pierda el rumbo del propósito común de construir una mejor Patria.