Antony Zambrano, el medallista de plata en Tokio 2020, no pudo superar sus 45.49. Sus piernas no le obedecieron en el remate. Salió en el carril siete y llego de séptimo. Minutos antes de la partida, se le notó un bien disimulado cojeo, que no generó sospecha. No era un opcionado. La prensa del país, no lo tenía como favorito, solo recordaba que fue subcampeón olímpico. Fue el único competidor que apareció con gruesas y amplias gafas. Para colmo, quienes lo vimos en otros eventos, recordamos a un hombre con menos kilos.
Quizás esos factores adversos los arrastraba desde hace tiempo. Sus marcas en los juegos nacionales, los Bolivarianos y los panamericanos, no fueron lo mejor. Su clasificación fue por arrastre, sus tiempos no le dieron. Zambrano no pudo encontrar su mejor momento para rematar y cuando logró ir a gran velocidad, sus rivales lo terminaron superando ampliamente, dejándolo en la séptima posición de la prueba, llegando a la meta con un tiempo de 45.49
Aquellos tiempos de Tokio, quedaron atrás. Antony, se acaba de retirar de una opción que tenía de aspirar a otra clasificación para seguir en la lucha, pero al final debido declinar, por algunas dolencias en el tobillo.
“Me lastimé el tobillo izquierdo, tenía los tendones inflamados y tenía edema, pero eso no me impidió luchar por la bandera de mi país y mi departamento. Gracias por todo, pero me retiro este año de la pista, el otro año volvemos con toda”, expresó Zambrano en su cuenta de Instagram.