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Presa El Cercado, Proyecto del Ranchería en La Guajira.

Hace un par de semanas, un grupo de empresarios, dirigentes y periodistas, llegaron a la presa El Cercado, en la parte alta de Distracción, para conocer el maravilloso almacenamiento de agua que tenemos en La Guajira, en donde paradójicamente, la gente padece por sequía, y no se utilizan los 198 millones metros cúbicos de agua guardados desde el 2010.

No fue una visita de cortesía, mucho menos de carácter turístico. El interés de los hermanos valduparences, es iniciar un estudio que permita llevarse el agua del Ranchería, para suplir lo que, serán las necesidades y las exigencias que tienen, a corto tiempo, en la capital del Cesar.

Aplausos para los amigos de Valledupar. Ellos como siempre, pensando a futuro. Parece que el Embalse de los Besotes, no será una realidad, debido a la oposición que hacen las comunidades kogüí, wiwa, arhuaco y kankuamo, que no aceptan el represamiento del río Guataquí.

En Valledupar, el acceso al agua cada día se pone más crítico. El proyecto de los Besotes, es una alternativa, ubicado a solo 10 kilómetros del centro de esa ciudad. Al no ser viable Los Besotes, están buscando nuevas alternativas.

Nada más fácil, que mirar a La Guajira, en donde sus dirigentes no han sido capaces de sacar adelante un proyecto multipropósito como el Ranchería, concebido para mejorar el acceso al agua potable, desarrollar distritos de riegos y generar energía hidroeléctrica. De eso solo está la presa El Cercado.

Pese a que en junio del 2023 el Consejo de Estado ratificó una sentencia que ordena al Gobierno Nacional concluir el proyecto, destacando su importancia para abastecer de agua a nueve municipios y mejorar las condiciones de vida de más de 320,000 personas, nuestros líderes no se unen para hacer cumplir una orden judicial.

El represamiento de aguas en El Cercado, ha generado situaciones críticas en temporadas de invierno, cuando se ha tenido que recurrir al sistema de rebosamiento para descargar el líquido y evitar problemas mayores.

Proyecto los Besotes en Valledupar

Los vallenatos saben moverse en las altas esferas del gobierno nacional. Hace años, nos quitaron la partida de nacimiento de la mejor música vernácula de Colombia: la música de acordeón, bautizándola como ‘Vallenato’.

No es un critica para ese maravilloso pueblo vecino y hermano; es, una factura de cobro para nuestros gobernantes que desde la época de Rodrigo Dangond, cuando el proyecto del Ranchería, costaba apenas 10 mil millones de pesos, nunca se ejecutó, pese a que, en ese tiempo, se comenzaban a recibir las primeras regalías por concepto de carbón, y ya teníamos las compensaciones por gas natural.

Alerta, alerta, pueblo guajiro, nuestra agua debe ser para el servicio, el desarrollo y el mejoramiento de la calidad de vida de nuestros habitantes. Nuestras comunidades indígenas mueren de sed, ningún municipio tiene agua potable y permanente. El agua del Ranchería, es para la sedienta península.