Dos fuertes medidas en contra de Colombia, se constituyen en las primeras reacciones del gobierno del presidente Donald Trump, luego que se suspendieran los permisos para que aviones norteamericanos aterrizaran en este país, para dejar migrantes deportados, en cumplimiento de las medidas adoptadas por los Estados Unidos. Una de las medidas fue el recorte total de las ayudas humanitarias que se venían entregando, la otra fue la suspensión de entrega de visas en la Embajada Americana en Bogotá.
La suspensión de ayuda norteamericana cobija no solo a Colombia, sino al resto de los países que recibían este beneficio, con excepción de Israel y Egipto, que fueron excluidos de este listado de recortes.
El Secretario de Estado, Marco Rubio, explicó que la medida que congela la asistencia financiera y recursos de cooperación, se aplica a todos los países, con excepción de Israel y Egipto, hasta que se lleve a cabo una revisión exhaustiva de cada concesión, alineándola con los intereses y la agenda del presidente estadounidense.
La decisión, que marca un cambio significativo en las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Colombia, generó sorpresa en el país. La suspensión de la ayuda se produce en un contexto de tensiones internacionales, con la administración de Trump buscando reorientar sus políticas exteriores para que respondan a las prioridades estratégicas del Gobierno.
Aunque la medida incluye a varios países de América Latina, el impacto es especialmente notorio en Colombia, que es un aliado clave de Estados Unidos en temas de seguridad, narcotráfico y cooperación en el ámbito militar y económico. Diversos sectores colombianos, tanto gubernamentales como empresariales, ya tienen preocupación por las consecuencias de esta decisión en áreas como la lucha contra el crimen organizado y el desarrollo de programas sociales y de infraestructura financiados por la ayuda estadounidense. La suspensión de la ayuda para Colombia se suma a una serie de decisiones tomadas por la administración de Rubio en la última semana, que buscan redefinir la postura de Estados Unidos ante América Latina.