

Para poder cumplir con el cronograma de las Rutas del Agua, la empresa de Servicios Públicos de La Guajira, bajo la dirección de la gerente Andreína García Pinto, debió utilizar lanchas rápidas, a fin de llegar a la zona más septentrional de Suramérica, ubicada en Bahía Honda, un corregimiento del extremo norte de Uribia, en pleno desierto guajiro, en donde persisten los viejos problemas por falta de agua potable.
Se intenta visitar 100 comunidades donde se ejecutan, recuperan o se proyectan desarrollar obras para calmar la sed de manera sostenible a las comunidades Guajiras, que habitan el extenso desierto colombiano.
Finalmente, el equipo técnico y social de ESEPGUA llegó hasta el corregimiento de Bahía Honda, específicamente a la comunidad de Los Cocos, situada en una de las dos puntas que tiene la entrada principal de Bahía Pórtete, frente a Puerto Bolívar, uno de los puertos de carbón más grande y modernos del país.
Para Andreína García Pinto y su equipo, parece que no hay barreras, ni mucho menos excusas para llevar soluciones al grave problema de agua que ancestralmente registran esas comunidades nativas..
“Estamos felices y complacidos de poder llegar a cada comunidad de la manera que sea necesario. La Ruta del Agua no se detendrá hasta completar las 100 comunidades, porque nuestro compromiso es estar al lado de la gente y garantizar que el agua llegue a sus hogares”, aseguró la gerente Andreína García Pinto.
Hasta el momento, ESEPGUA ha visitado 40 comunidades en la Alta y Media Guajira, donde las familias han recibido con gratitud la presencia institucional. Muchas de estas comunidades ya cuentan con agua potable gracias a sistemas en operación, mientras que en otras avanzan obras que muy pronto harán posible el acceso al recurso.
El recorrido ha significado una experiencia única; el equipo de ESEPGUA no solo ha llevado avances técnicos, sino que también ha vivido la esencia del territorio. Cada trayecto por desiertos, ríos y mares ha sido una lección de resiliencia; cada encuentro con las comunidades wayuu, un recordatorio de la fuerza cultural que sostiene a La Guajira. Las noches a cielo abierto, el descanso en chinchorros frente al mar y los alimentos compartidos con las familias han convertido esta travesía en un verdadero puente de confianza. Más allá de las cifras, lo más valioso ha sido el brillo en los ojos de los niños y la esperanza renovada en los hogares que esperan con ilusión la llegada del agua potable.
Con La Ruta del Agua, ESEPGUA reafirma que la gestión pública en La Guajira se construye desde el territorio, con cercanía, escucha activa y compromiso real. El reto continúa hasta alcanzar la meta de 100 comunidades visitadas en tiempo récord, cumpliendo la palabra dada por el gobernador Jairo Aguilar, a todo el pueblo guajiro.