Por: Juana Cordero
En las calles de Riohacha, la alegría y la devoción se entrelazan en una celebración única por estos días: las festividades en honor a la Virgen de los Remedios. Este evento, arraigado en la tradición y la fe de la comunidad, no solo marca un momento de fervor espiritual, sino que también ofrece una oportunidad para reflexionar sobre el papel de la democracia en nuestras vidas y en el desarrollo de nuestra ciudad.
Mientras los tambores retumban y las danzas folclóricas llenan el aire con su energía contagiosa, es importante detenerse y considerar el significado más profundo de esta celebración. La Virgen de los Remedios, venerada como protectora y guía, nos recuerda la importancia de la solidaridad, la inclusión y el respeto mutuo en nuestra comunidad. Y en este contexto festivo, es inevitable preguntarnos cómo estas mismas virtudes pueden ser reflejadas en nuestros procesos democráticos locales.
Riohacha enfrenta un desafío crucial: la desconexión entre la planeación y el verdadero desarrollo de la ciudad. La falta de un plan integral para el progreso sostenible se cierne como una sombra sobre la ciudad.
El Plan de Desarrollo, esa hoja de ruta vital para el crecimiento equitativo y sostenible, ha sido relegado a un mero ejercicio técnico en los últimos gobiernos, lejos de las manos y voces de quienes realmente importan: la comunidad. En una ciudad donde las calles resuenan con la alegría de su gente diversa y trabajadora, la participación ciudadana debería ser la piedra angular de cualquier iniciativa de desarrollo. Sin embargo, las puertas de la planificación parecen cerradas para aquellos cuyas voces necesitan ser escuchadas con urgencia.
El liderazgo del alcalde es clave en este panorama desolador. ¿Dónde está su compromiso con la transparencia y la inclusión? ¿Por qué el Consejo Territorial de Planeación sigue esperando una convocatoria que nunca llega? Es hora de que la ley de participación ciudadana se convierta en algo más que tinta en papel, y el alcalde debe liderar este cambio hacia una verdadera democracia participativa.
Además, ¿cómo es posible planificar el futuro de Riohacha sin un profundo conocimiento de su presente? La contratación de una universidad para realizar estudios detallados de la ciudad es una necesidad urgente y La universidad de La Guajira tiene todo y está lista para aportar. Solo con una comprensión clara de las necesidades y potencialidades locales se puede trazar un camino hacia un desarrollo significativo y sostenible.
El Plan de Ordenamiento Territorial (POT) puede ser una herramienta poderosa para abordar los desafíos urbanísticos que enfrenta Riohacha. Sin embargo, nuestro (POT) tiene mas de 20 años, y las actualizaciones de temas ambientales hechos en el gobierno de Rafael Ceballos no son suficientes si la ciudad no ha sido pensada en su totalidad. ¿Dónde está el plan maestro para la recuperación de su patrimonio histórico, esas joyas culturales que merecen ser preservadas para las generaciones futuras?
Además, es imperativo que el nuevo Plan de Desarrollo de Riohacha no solo se alinee con las políticas nacionales y departamentales, sino que también refleje las aspiraciones y necesidades únicas de su gente. La recuperación de los humedales, esos ecosistemas vitales que son parte del alma de la ciudad, debe ser una prioridad indiscutible en este proceso de planificación para mitigar el cambio climático.
La democracia, como construcción social, es el cimiento sobre el cual se erige la voluntad popular. Pero ¿qué sucede cuando esa voluntad se ve desarticulada por la falta de participación ciudadana en los procesos de planificación y toma de decisiones?
¿Dónde queda la promesa de un gobierno para la gente, en la que cada voz tenga el mismo peso y valor?
La importancia de la participación ciudadana en el proceso de planificación no puede ser subestimada. Es necesario abrir las puertas de la deliberación a todos los sectores de la sociedad, asegurando que cada opinión sea escuchada y considerada en la construcción del futuro de Riohacha. Solo así se puede garantizar un desarrollo inclusivo y equitativo que beneficie a toda nuestra gente.
La inclusión de las sugerencias del consejo territorial de planeación en la propuesta gubernamental es a menudo meramente simbólica, sin un impacto real en las prioridades y la estructura de gasto establecidas por el Gobierno. Esta desconexión entre la teoría y la práctica socava la legitimidad de la democracia participativa y deja a los ciudadanos descontentos y desilusionados.
Entonces, ¿qué puede hacer el alcalde de Riohacha para abordar estos desafíos y fortalecer la democracia en la ciudad? Compartimos una hoja de ruta que puede ser tenida en cuenta por el alcalde Genaro Redondo Choles.
- Fomentar la verdadera participación ciudadana: El alcalde debe comprometerse a crear espacios genuinos de participación ciudadana donde se escuche y se tome en cuenta la voz de todos los sectores de la sociedad, no solo de unos pocos grupos de interés.
- Transparencia y rendición de cuentas: Es crucial que el proceso de toma de decisiones sea transparente y que se rinda cuentas sobre cómo se utilizan los recursos públicos. Esto ayudará a generar confianza y legitimidad en el gobierno local.
- Fortalecer el papel del Consejo Territorial de Planeación: El alcalde debe trabajar en fortalecer el poder y la influencia de los consejos de planeación, garantizando que estén bien capacitados y representen verdaderamente los intereses de la comunidad.
- Incorporar estudios detallados y expertos: Es fundamental contar con estudios detallados sobre la ciudad, su población, medio ambiente y patrimonio histórico para guiar el desarrollo de manera informada y sostenible. Contratar a una universidad o institución de investigación para realizar estos estudios podría ser una opción viable Proponemos la Universidad de l guajira.
- Actualizar el Plan de Ordenamiento Territorial (POT): El POT debe ser revisado y actualizado regularmente para abordar los desafíos urbanísticos actuales y futuros de la ciudad, especialmente en temas ambientales y de patrimonio histórico.
- Recuperar y proteger los humedales: Los humedales son ecosistemas vitales que deben ser protegidos y restaurados. El alcalde debe tomar medidas concretas para recuperar y preservar estos espacios naturales para el beneficio de toda la comunidad.
El alcalde Genaro Redondo Choles enfrenta el desafío de fortalecer la democracia participativa y garantizar un desarrollo sostenible y equitativo para todos los riohacheros. Solo mediante un compromiso genuino con la participación ciudadana, la transparencia y la toma de decisiones informada, se podrá construir un futuro próspero y justo para todos.