Ante los oídos sordos, los ojos ciegos y la boca tapada, que maneja el alcalde de Albania, Néstor Sáenz y frente a la suspensión de los trabajos de recuperación de la carretera La Florida – Cuestecistas, los habitantes de toda la zona, los conductores de transporte de pasajeros y los usuarios habituales, determinaron cerrar la carretera, lo que ha dejado incomunicado al norte y sur de La Guajira por vía terrestre.
Pese a la protesta, el alcalde no se ha inmutado. Parece que el tema no le corresponde. Resulta que la obra fue contratada por el municipio, por un monto inicial de casi 84 mil millones de pesos, pero lo extraño, es que el contrato culminó hace varios meses, sin que terminara la totalidad de lo contemplado en el documento.
La obra apenas se ha ejecutado un porcentaje en su primera capa asfáltica, sin llegar hasta Cuestecitas, y faltando los trabajos de arte y alcantarillados. La plata se evaporó. Ahora se solicita ante el Ocad, una cifra adicional de 25 mil millones de pesos, cuyos recursos, tampoco alcanzaran, al decir de los expertos en la materia.
Por el momento, la primera capa, se ha destruido producto de mala calidad de los materiales y las lluvias que a diario caen sobre la zona. Hay quienes sostienen, que la empresa no tiene la experiencia en este tipo de obras, lo que se deja entrever por la forma como, hasta ahora, se han ejecutado la primera etapa.
La situación es grave. Hace unos días, el senador Alfredo Deluque, anunció que se había recibido los cumples para dar vía libre a los $25 mil millones. Solo restaría que en la reunión del Ocad, se aprueben. el problema es que algunos líderes, se dieron a la tarea de indagar, y no han encontrado documento alguno que certifique la existencia del cumple, como tampoco hay convocatoria para realizar Ocad en los próximos días.
El departamento de La Guajira, otorgó más de 84 mil millones de pesos, para que el municipio de Albania, fuera el ejecutor de la importante obra, que busca recuperar 33 kilómetros de la carretera entre La Florida y Cuestecitas, tramo que se encontraba en pésima condiciones, y por donde transita el mayor número de vehículos que se mueven entre el norte y sur de este departamento; además, sirve para mover gran parte de la actividad de transporte de personas que van a cumplir sus labores a las minas de Cerrejón.
“No vamos a aceptar más engaños. Se nos dijo, que ya estaban los recursos, y ahora, todos guardan silencio” dijo uno de los líderes del movimiento de protesta.
Lo que se convirtió en el florero de Llórente, fue una información que se maneja en los corrillos en donde se asegura que las obras se van a reanudar en febrero del 2024. El problema es que para esa fecha, no quedará nada de la primera capa asfaltatica, la cual se ha venido dañando producto de varias razones, una de ellas las lluvias y la mala calidad de los materiales.