Son tres mujeres que diariamente salen a enfrentar el sol canicular de Uribia, para tocar las puertas de las entidades públicas, para denunciar el caso que le ocurre a su hermano, Edgardo Ríos Uriana, un joven wayuu que fue reclutado por el ejército para prestar el servicio militar, pero tiempo después fue retirado, pese a que había resultado herido en actos del servicio que estaba prestando en el departamento del Cesar.
Edgardo regresó a su casa, desde momento viene sufriendo una enfermedad en su brazo, producto del impacto a bala recibido, lo que amenaza con dejarlo inválido. Sus familiares dicen, que pese a elevar la queja ante las unidades militares, nadie ha dado una respuesta para que sea sometido a los tratamientos médicos que requiere.
La ONG Nación wayuu, se unió a la lucha de los Ríos Uriana, para hacer visible el caso de Edgardo, quien diariamente sale a buscar, que alguien pueda darle luces para que su caso sea atendido por el Estado colombiano. El joven dice, que presto el servicio militar en el departamento del Cesar, en donde sufrió la herida, que lo mantiene con serios problemas de salud, que posteriormente motivaron que le dieran su baja sin ser revisado clínicamente.
Por el momento, Edgardo y sus tres familiares, viven el drama de no ser escuchado por el Estado, a quien, durante un tiempo, le presto el servicio militar, para brindar seguridad a sus habitantes.
“Lo retiraron sin justa causa y sin terminar su servicio, sin los previos o respectivos exámenes médicos laborales, a pesar de la gravedad de las lesiones que hoy lo mantienen en estado de incapacidad y sin los servicios médicos requeridos” explica una de sus familiares.
Desde diciembre 2023 este joven se encuentra deambulando en compañía de su familia por las calles de Uribia y al frente de la entrada de urgencias del hospital de ese municipio.
Para la Ong Nación Wayuu, el caso de Edgardo Ríos Uriana solo sería un eslabón de los casos de jóvenes que salen a prestar su servicio militar, muchos los han regresado muertos otros están desaparecidos o como sería el caso dé Edgardo; los abandonan sin atención médica y en estado de incapacidad ante la mirada indiferente de este estado social de derecho.