A Mingueo parece que volvió la calma, pero la gente aún siente temor. Muchos tienen dudas, si el verdadero criminal de la menor, fue la persona a quien la sentenciaron a muerte y luego decapitaron y su cabeza fue incrustada en una horqueta de un árbol, en una zona montañosa del pie de monte de la Sierra Nevada. Creen, que tal vez, el cómplice o amigo, que Gabriel, señaló como el verdadero autor, esté escondido en algún lugar.
El cuerpo de Shelsy Michelle Navarro Ojeda, se encuentra en medicina legal. Se trata de buscar muchos indicios y pruebas de la existencia de una violación y asfixia mecánica aplicada por el homicida, tras atacar a la pequeña.
Este viernes 12 de diciembre, Shelsy Michelle, iba a recibir su grado, en un preescolar, del barrio Vivero, donde ocurrieron los hechos. Era una niña abierta, alegre, que estaba feliz por el árbol gigante de Navidad que colocaron en su sector.
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De Gabriel, como se conocía al joven decapitado por la comunidad, se sabía muy poco. Algunos vecinos narraron que era venezolano, que llegó en un tracto camión, pidió posada y la gente le colaboró, luego le permitieron vivir en una casa cuyos propietarios no se encuentran en el pueblo, en donde precisamente encontraron el saco con los restos de la menor.
Las autoridades tampoco han podido establecer mayor información sobre la verdadera identidad de esta persona. Al parecer contaba con 17 años. Hablaba poco, por eso, tal vez, se tiene poca información sobre quienes eran sus familiares y realmente de donde había llegado al pueblo.
El mismo Gabriel, hacía parte de la brigada de búsqueda de la menor. Se le veía tranquilo, y colaborando activamente. Luego desapareció, cuando ingresaron a la casa donde se alojaba, y encontraron el saco con el cuerpecito de la niña. Un vecino dice en horas del medio día salió e ingreso varias veces a la vivienda, hasta cuando los padres generaron la alarma sobre la desaparición de la menor.
El grado de Shelsy
A Liliana Ojeda, se le ve en una de las fotos, en donde tienen a Gabriel, luego que la comunidad lo capturó para indagarlo sobre el caso de la menor. La madre no sale del asombro y narra que se percató que la niña salió, pero no regresó enseguida, Desde ese momento comenzó la búsqueda, que terminó la noche del mismo miércoles, cuando encontraron el costal con su cuerpo.
“Estaba jugando y, de repente, ella salió… no la vimos más”, narra entre lágrimas, Liliana Ojeda.
“Estábamos unos detallitos para el grado de la niña, matriculada en un preescolar del barrio Vivero, en donde se presentaron los hechos. “Todos estábamos ilusionados con el grado de la niña, nunca nos imaginamos que algo parecido pudiera ocurrir”
¿Una pena de muerte?
La ira contenida y la poca información que entregaba Gabriel, fueron los detonantes para que, finalmente, la comunidad le aplicara una especie de pena de muerte. Se lo llevaron a una parte montañosa, Allí lo sometieron a torturas para que entregara información, pero no lograron datos diferentes al señalamiento que hacía de otra persona que supuestamente, había cometido el crimen.
Un video muestra paso a paso el horrendo episodio. El joven derramaba sangre por una de sus orejas, luego lo decapitaron y su cabeza quedó incrustada en un árbol a orillas de un camino que va hacia la zona veredal de Mingueo.
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