Dos días metidos en aguas que caen fortalecidas desde el cielo, invaden por las noches a la ciudad de Riohacha, en donde grandes zonas vulnerables viven momentos críticos, tras arreciar el ciclo invernal que vive la península de La Guajira.
Riohacha, como el resto de ciudades del país, está invadida de aguas pluviales, por carencia total de un sistema de alcantarillado que sirva para evacuar todos los torrentes que se generan durante las temporadas invernales.
El propio alcalde de la capital de La Guajira, Genaro Redondo Choles, junto a su equipo de colaboradores, salió a los barrios para corroborar la situación de las zonas donde tradicionalmente se presentan inundaciones cada vez que llueve.
Durante este recorrido se pudo evidenciar que las lluvias ocasionaron inundaciones significativas en varias zonas, alcanzando niveles entre 40 y 60 centímetros de agua en algunos sectores. No obstante, en otras zonas de la ciudad el agua evacuó rápidamente debido a acciones de prevención tomadas en meses anteriores, como la limpieza y reparación de rejillas y despeje de canales.
Uno de los principales inconvenientes presentados es la afectación del canal de Bosculver, que conecta con la Laguna Salada, un sistema hídrico que ha sufrido alteraciones por la construcción de muros de manera desordenada y la incorrecta disposición de basura por parte de la ciudadanía, lo que ha bloqueado el flujo adecuado del agua, provocado que muchas viviendas situadas en zonas bajas presenten inundaciones. En esta zona se estarán realizando trabajos de limpieza con maquinaria y de forma manual para que el agua empiece a circular de manera más rápida y fluida, evacuando las aguas de barrios aledaños.
En la Comuna 5, se registró el colapso de un colector sanitario, pero este está siendo intervenido por la empresa Aqualia mediante un contrato de 200 millones de pesos; un proyecto busca mitigar los efectos de las inundaciones mediante la instalación de un sistema bypass que permita la circulación del agua en niveles más altos.
Por otro lado, en sectores como la calle 27 con carrera 11, 12 y 13, se han programado trabajos de extracción de agua con bombas, con el objetivo de reducir los niveles de inundación en las viviendas circundantes.
La situación en la calle 36B con 7H, un sector históricamente poblado de lagunas que fueron rellenadas para permitir la construcción de viviendas, ha sufrido daños, incluyendo la caída de un muro debido a la presión del agua y la afectación de familias que han tenido que resguardar sus enseres. Aquí la situación se atenderá con la evacuación por medio de bombas de extracción y muros de contención de las aguas.
Desde la Oficina de Gestión del Riesgo y las secretarías de Infraestructura, Planeación, Gobierno y Desarrollo Social, entre otros organismos locales, se está trabajando en coordinación con la Cruz Roja Colombiana y Empresas Cooperantes para atender a las familias afectadas y prevenir mayores daños..
Los esfuerzos están centrados en buscar los puntos críticos de la ciudad y establecer soluciones como la instalación de muros de contención y sistemas de bombeo, a la espera de que las condiciones climáticas mejoren y se puedan implementar soluciones definitivas.
Debido a los efectos de las lluvias, las autoridades del Distrito siguen monitoreando la situación y trabajando para mitigar el impacto de las mismas, en las casas y calles de la ciudad.