
En una humilde vivienda, en medio de una pobreza total, murió en la madrugada de este viernes, el líder ambientalista y gran protector de la cuenta del río Ranchera, Evangelio Conchachalá, miembro de la etnia kogui, quien fue un defensor de las comunidades asentadas en el macizo montañoso.
Su muerte fue intempestiva o natural, como llaman algunos médicos. En su pequeña casa del barrio La María o Villa Cacho, como se le conoce en el sur de Riohacha, Evangelio suspiró profundamente para decirle adiós a su tierra, a los amigos y familiares.
Fue un gran luchador, prestó sus servicios a la Fundación Cerrejón, Gonawindua Tayrona. Coautor del libro Visión Simbólica y Espiritual de la Cuenta del Río Ranchería desde el Universo Cultural Wiwa-Kogui. Era un gran pensador, trabajador, luchador por su cultura.
Su amigo, el ingeniero Deiber Pinto, lo definió como un luchador de 30 años, subiendo y bajando a lomo de mula y a pie, por cada rincón de la Sierra Nevada de Santa Marta, para brindar apoyo a las comunidades que necesitaban de sus servicios.

“Conocía cada centímetro del macizo montañoso, especialmente en la zona norte” explica Deimer Pinto, su gran amigo, a quien le ha correspondido hacer un peregrinaje entre Dusakawi, hospital de Riohacha, Secretaria de Salud, para que le entreguen el certificado de defunción.
La Fundación Gente Como Uno, que presidente Sonia Bermúdez, fue la encargada de hacer los trámites que donar la caja mortuoria, que se hizo efectiva de forma rápida en horas de la mañana, pero el certificado no aparecía, corriendo el riesgo que el cuerpo entrara en descompresión.
Se ha conocido que el féretro será llevado hacia la Sierra Nevada, para sepultarlo dentro de sus usos y costumbres, aunque todavía la EPS, no había aparecido para brindar el transporte a su morada eterna.
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