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A doña Carmen Eloísa Vásquez Martínez, los años no le pesan. Cumplió el año anterior sus Bodas de Granito, y luce como un ‘roble’ o un ‘ébano’. Ahora, toda su prole, le acaba de celebrar sus

Es una matrona con una sabiduría sorprendente. Todos le consultan, le preguntan, le piden consejos, y ella, con mucha atención, les entrega unas palabras, que se convierten en el mejor bálsamo para quienes acuden a ella.

El pasado lunes 21 de octubre, fue un día supremamente especial para los habitantes de Cañaverales. Todos recordaron que un sábado lluvioso del mes de octubre de 1933, y cuando la provincia de La Guajira, pertenecía al Magdalena Grande, y nuestros pueblos, apenas eran pequeños villorios, a los cuales se llegaban por polvorientas trochas, nació una niña, cuyo grito de arribo a la vida, ensordeció a la ‘comadrona’ que atendió el parto, y quien sentenció: “esa niña será fuerte y sabia”.

La niña fue arrullada por las tranquilas y dulces aguas del manantial de Cañaverales, de donde heredó la transparencia y la sabiduría que, aún, manejan su modelo de vida, que sus familiares muestran con orgullo.

En estos tiempos en donde no es fácil llegar a los 91 años, Carmen Eloísa, se da el lujo de celebrarlo con mucha salud, vigorosa, recordando aquellas madrugadas cuando se levantaba muy temprano a pilar el maíz, que habían recogido en la ‘rosa’, y era la materia prima para producir los alimentos de toda la familia y vender en la plaza de San Juan, parte de la cosecha.

Carmen Eloísa, llega a sus 91 años de vida, con gran lucidez, una mujer fuerte que aún sigue estando pendiente de su familia. Es como un roble frondoso que abriga y protege a toda su gente, con sus consejos, valores y la resistencia para hacerle frente a todo lo que la vida les presenta.

Ella misma recuerda, con tranquilidad, su niñez y aquella juventud en su pueblo. Apoyaba a sus padres en los quehaceres de la casa. “Mi abuela iba a lavar la ropa a orillas del río, pilaba el maíz y ayudaba a su papá a envolver el tabaco en la tabacalera que en ese entonces tenía la familia.”

Fue siempre una hija luchadora del hogar conformado por Elodia Martínez y Benito Vásquez, Carmen es la tercera de ocho hermanas, de los cuales, viven cuatro. Hizo vida marital durante 50 años, con Manuel Buelvas Arrieta, y supo convertir a a su familia en su gran herencia. con quien tuvo una gran herencia, su familia de 11 hijos, Luz Josefina, Omaida Isabel, Inelda Rosa, Mercedes, Leonor, Nidia, Esther, Elodia Norelvis, Hugo Emiro, José Manuel, Wilmer Enrique, Beder y Dinora de Jesús. de los cuales, uno falleció. Es abuela de 36 nietos, 31 Bisnietos y 1 tataranieta.

Ha sido una dama muy dedicada a su familia, les enseñó a sus hijos a ganarse el sustento diario, desde pequeños les enseñó el arte y la alegría de coger algodón, millo y tomate.

La jocosidad de su hijo Wilmer Enrique, siempre le saca una sonrisa, sus anécdotas, chistes e historias ponen a reír no solo a la ‘Patrona’ de la casa, sino a toda la familia, cambiando la monotonía de los calurosos días, en una andanada de risas.

Para sus hijos, nietos, biznietos y demás familiares, es un verdadero regalo del eterno celestial, quien los premio con un ser incomparable, lleno de virtudes, que pese a superar las bodas de granito, aún le sonríe y le ‘mama gallo’ a la vida.

Doña Carmen Eloísa Vásquez Martínez, un ser excepcional, dotada de grandes virtudes, cualidades y sueños, quien les ha entregado lo mejor a través de sus 91 años, dando la alegría de poder seguir disfrutando de su presencia, de ese consejo sabio y oportuno, que todos le solicitan cuando tienen problemas.

“Seguiremos honrando a esa mujer que nos lo ha entregado todo, su esencia, amor, esperanza, sabiduría y sus abrazos que nos sanan, curan y restauran. Compartir un gran café y una excelente conversa. Gracias mamá Carmen. El señor te bendiga” son las palabras de la familia Buelvas Vásquez.

1 comentario

  1. Mil gracias por esas palabras que expresa para describir a mi abuela querida, nuevamente mil gracias y bendiciones

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