Fue un día inolvidable para las madres de Mingueo. Muchas vinieron de veredas apartadas. Otros de los barrios populares. Todas saludaron con alegría y mucho alborozo, a la exalcaldesa, que pese a estar apartada de la actividad política, las lleva en su corazón.
Esa tarde, Sixta Rosa Mejía, una maestra que enseñó a varias generaciones a conocer sus primeras letras. Una exalcaldesa, que comenzó a direccionar los pasos para que el municipio de Dibulla, hoy tenga otra cara, aunque le falta mucho, ya se nota un ambiente totalmente diferente en las comunidades, las veredas, en donde ha llegado su gestión en dos oportunidades.
“Gracias a la vida, gracias a Dios, por lo que me ha dado, por lo que, no me ha dado, y por mantenerme gozando de la vida. Mi esposo tiene sus propiedades en esta tierra bendecida de Mingueo. Mis hijos siempre se han criado en este territorio, por eso somos agradecidos por esta hermosa región” le dijo la exalcaldesa a las madres que concurrieron a la celebración.
Al evento asistieron más de 300 madres, a las cuales recibieron con mucha alegría, detalles, concursos, serenata y muchas sorpresas. Las madres cantaron. Bailaron. Se gozaron el evento. Atrás quedaron los problemas que a diario se les presentan. El objetivo fue resaltar a esa mujer valiente, trabajadora, pujante, ama de casa, virtuosa e inteligente.
A ese ser amado que entrega lo mejor de sí para los demás, en especial para los hijos. A ellas y para ellas lo mejor