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Rossy Leonor Henríquez Vega. (q.e.p.d)

“Fue el amor mi vida. La única mujer que me acompañó, con quien tuve dos hijos. Hoy la muerte la sorprendió a pocos minutos de salir para la plaza de San Pedro en el Vaticano, para cumplir uno de sus deseos, estar en la misa del 24 de diciembre. Me siento muy adolorido”

JHON FUENTES MEDINA

Rossy Leonor Henríquez Vega, estaba mirando, desde la ventana del hotel Mercure Roma Centro, la magnitud del gigantesco coliseo romano. ! No lo podía creer! Minutos antes, gracias a la tecnología, había escuchado la Santa Misa, en honor a su padre Darío Casimiro Henríquez, que le ofrecieron sus familiares en la ciudad de Barranquilla, a miles de kilómetros de donde ella, se encontraba paseando, junto a su esposo, Jhon Fuentes Medina, el exgobernador de La Guajira y sus hijos, John Ernesto y Laura Andrea Fuentes Henríquez. Todo era emocionante.

Pero esos momentos de felicidad se truncaron. Ayer, 24 de diciembre, a las 4:15 de la tarde, hora de Italia, cuando Rossy, comenzaba a maquillarse frente al tocador, sintió que la respiración se le cortaba. Llamó a su hija Laura Andrea, quien terminó medicina en Barranquilla y, además hacía parte de la excursión que habían iniciado los Fuentes Henríquez, por el viejo continente.

Desde la ventana de su hotel, contemplaba el histórico Coliseo Romano.

El primer diagnostico de la galena riohachera, lo relacionó con el intenso frío que hacía en Roma, sumado a la emoción de haber visto por Internet la misa de su padre, observar desde su ventana el coliseo romano y tener listo los boletos para ingresar a la plaza San Pedro, a escuchar la misa de Gallo, que ofrece el Vaticano, todos los 24 de diciembre.

Pero, la falta de respiración fue en aumento. Cuando intentaron llamar a un especialistas, Rossy se desplomó delante de Jhon, su esposo; su hijo Jhon Ernesto y, de Laura Andrea, quien la atendía. Sus signos vitales habían desaparecido. Llegó la angustia. No lo podían creer.

Rossy, soñaba con asistir a la santa misa en la plaza de San Pedro. Sus sueños estaban a punto de convertirse en realidad, cuando la muerte la sorprendió al lado de sus seres queridos. Habían llegado a Roma dos días antes. Se alojaron en el hotel Mercure Roma Centro Colosseo, a pocos metros del histórico Coliseo Romano, en donde los emperadores, encerraban a sus enemigos para verlos morir, destrozados por las fieras o en combates de gladiadores.

Días antes, en Riohacha, el exgobernador Jhon Fuentes, había expresado sus deseos de no viajar, debido a que afronta quebrantos de salud. Su esposa le dijo: “entonces nos quedamos todos”, Al final, viajaron todos. Rosy no tenía problemas de salud. Era, en apariencia una mujer sana, llena de vida, alegría y mucha ternura para sus familiares.

Siempre al lado de su esposo Jhon Fuentes Medina

El viaje a Italia, fue placentero. Salieron de Bogotá, sin mayores retrasos, pese a estar en plena temporada vacacional. La idea era asistir a la misa Papal, la misma que ella veía en televisión en su amada Riohacha. Eso la mantuvo bajo una dinámica emotiva total.

Jhon y Rosy, conformaron una excelente pareja. Tuvieron dos hijos: Jhon Ernesto, un joven abogado y con una maestría, Laura Andrea, recién titulada en medicina en la ciudad de Barranquilla. Por eso, para darle gracias a Dios, quisieron viajar en familia para asistir a la misa en la plaza de San Pedro.

“Rosy fue todo para mí. Nunca nos separamos, cuando teníamos discusiones, yo salía y regresaba un par de horas después y ya estaba contenta. Fue una mujer ejemplar. Siempre la complacimos en todo, hasta en la construcción de la casa, yo quería hacerla de dos pisos y ella insistió que de uno, para evitar subir escaleras” narró Jhon en medios de lágrimas.

Con su hija Laura, en una fuente romana.

“Aún no se sabe la fecha de la repatriación del cuerpo. No será cremado, llegará intacto para que sus familiares lo puedan ver. El problema es que en Italia, las cosas son lentas. Hoy domingo no hay ninguna actividad administrativa. Mañana lunes, será festivo. Tenemos cita para el martes, para iniciar trámites consulares para el traslado a Riohacha, por eso no tenemos certeza cuando llegaremos” explicó Jhon a El Pulso Caribe.

Sobre la salud de Rosy, ella no padecía de ningún problema, era una persona sana, radiante de energía. Al parecer, tras su muerte, se dijo que en Medicina Legal, habían advertido una falla cardiaca que en Colombia, no se la había descubierto, y las emociones vividas durante el viaje, agitaron su corazón.

Rosy murió feliz. Estaba al lado de sus dos hijos. Murió en los brazos de su amado y único hombre, Jhon Fuentes. Su gran deseo de estar en la misa de la plaza San Pedro, estuvo a punto de cumplirse, los boletos estaban en su mano. Siempre gozó del amor y confianza de su esposo.

Sus padres habían muerto, hace algún tiempo. Fue parte del tronco familiar de los Henríquez Vega,

Las últimas fotos de Rosy, cenando en el hotel de Roma.