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Dramatico rescates de las aguas pluviales de Maicao, en donde las calles se convirtieron en verdaderos ríos.
Zona del mercado
En ríos se convirtieron las calles de Maicao
Por las calles de Maicao, bastante mercancía.

Fue un diluvio. Las calles se convirtieron en verdaderos ríos de aguas turbias que arrastraban las carretillas con frutas y verduras, vehículos, y hasta un comerciante fue sorprendido por las corrientes y debió ser socorridos por varias personas que lograron rescatarlo, cuando estaba a merced de las fuerzas de las aguas.

Como en la canción de Roberto Solano, las calles se llenaron de inmensos charcos por donde no había posibilidad de transitar. Los carretilleros hicieron su agosto, transportando personas de un lugar a otro. Toda la actividad comercial se paralizó. En los barrios periféricos la situación tomó ribetes preocupantes, en la zona del Parrantial, el arroyo amenazaba con desbordarse y los habitantes hacían llamados a los organismos de socorro.

Finalmente, las lluvias cesaron, las calles convertidas en ríos, se secaron, todo volvió a la normalidad, pero quedaron marcas que recuerdan que la ciudad fronterizas, como el resto de localidades de la península, requieren con urgencia un sistema de alcantarillado pluvial para evacuar las aguas en temporada invernal.