Omar Gil, un reconocido tiquetero de la terminal de transporte de Maicao, había vendido su último cupo para el bus que partiría en unos minutos hacia Barranquilla, cuando notó que un hombre extraño merodeaba en la zona; quiso ponerse fuera del arco visual del individuo, pero ya lo habían descubierto, pero además, ya lo apuntaban con una pistola de donde salieron varios proyectiles, que generaron el pánico en toda la zona.
La gente comenzó a correr, fueron muchos los disparos que salieron. El sicario salió casi tranquilo, buscó a su compinche, abordó una moto y salieron raudos, sin que hasta el momento se conozcan las razones de este ataque sicarial.
Omar Gil murió minutos después en una clínica de la ciudad de Maicao, en donde intentaron prestarle los primeros auxilios.
El tiquetero prestaba sus servicios a la empresa Super Star, en donde gozaba del aprecio de todos, especialmente de los clientes que a diario buscaban cupos para salir de viaje.
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