Spread the love


El Gobierno de Gustavo Petro, a través de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, ha puesto sus ojos en La Guajira con un plan para garantizar el acceso al agua potable y la seguridad alimentaria, así como la inversión en proyectos de reducción del riesgo.

El agua llegando en camiones a las más remotas comunidades
Olmedo López Martinez.

Desde la entidad que articula el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo, se ha cumplido el mandato de Petro de llegar con soluciones al departamento, uno de los más afectados por el abandono histórico de los gobiernos pasados.

De esta forma, la UNGRD llegó la semana pasada con la ‘Ruta por la vida’, una estrategia que sumó 40 carrotanques nuevos a los que anteriormente ya se habían entregado entre diciembre del año pasado y comienzos del 2023. “Ya estamos trabajando con La Guajira; es uno de los departamentos priorizados para nosotros”, indicó Olmedo López Martínez, director de la UNGRD, quien a finales de 2023 confirmó que la entidad entregará a La Guajira 2 mil tanques de almacenamiento de agua.

Precisamente en diciembre, López Martínez participó en la entrega de 180 de esos tanques, que en un trabajo articulado con el Ejército Nacional permitirán el almacenamiento de 6 mil litros de agua en las rancherías de todo el departamento. Sumado a esto, cumpliendo con la Sentencia T302 de 2017, mediante la cual la Corte declaró el Estado de Cosas Inconstitucional frente a la protección especial de los derechos al acceso al agua, la salud y la alimentación de las comunidades indígenas wayuu, la UNGRD ha restablecido 180 jagüeyes que, junto a los carrotanques, han suministrado un total de 64.532.525 litros de agua potable a través de vehículos cisterna. Además, se ha hecho mantenimiento a 8 pozos de agua en Riohacha.

Son cerca de $600.000 millones que la UNGRD y el Gobierno Nacional han destinado para La Guajira, de los cuales $70.000 millones serán para el mantenimiento y adecuación de 1.670 jagüeyes en Uribia, Maicao, Riohacha, Manaure y Albania. Asimismo, mediante un convenio con el Ejército Nacional de Colombia, se destinaron $92.000 millones para la entrega de jagüeyes, arreglo de las vías de acceso y repuestos.

La alegría de las comunidades con la llegada del agua.
Apoyo a la niñez, tema vital para la UNGRD

Además, para mitigar la problemática de almacenamiento de agua, la Unidad invirtió más de $45.000 millones para adquirir 2.840 tanques y bases de protección de 5.000 litros. Esto se suma a la inversión de $21.100 millones de pesos para la distribución de agua en el territorio, una solución que permite cumplir el objetivo del gobierno de Petro de reactivar las economías locales, diversificar las fuentes hídricas de las comunidades y facilitar el acceso del líquido a las rancherías ubicadas en el departamento.

Por otro lado, con $32.000 millones, la Unidad, de manera integral, soluciona la seguridad para la vida de La Guajira a través del suministro e instalación de 70 plantas desalinizadoras con capacidad de 200 a 300 litros/hora, para convertir el agua salada en un líquido apto para el consumo humano. Para complementar esta actividad, la Unidad dispone de $45.000 millones para la instalación de 3 de estas plantas con capacidad de 18.000 litros, para que funcionen con energía solar en La Alta Guajira.

Adicionalmente, con recursos por $4.632.200.000 se hace el mantenimiento, arreglo de molinos y adecuación de 92 pozos en el departamento, así como la inversión por 12 mil millones de pesos para el mantenimiento de 39 plantas aerodesalinizadoras y $88.187 millones en obras correctivas.

Con estas acciones y con el dinero invertido, la UNGRD y el Gobierno de Gustavo Petro han demostrado su compromiso con La Guajira, no solo con el suministro del agua, sino también con cerrar las brechas sociales y pagar la deuda histórica que los gobiernos anteriores han tenido con el departamento.

Desde la entidad que articula el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo, se ha cumplido el mandato de Petro de llegar con soluciones al departamento de La Guajira, uno de los más afectados por el abandono
histórico de los gobiernos pasados.