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Ser mujer es sinónimo de ayuda, como lo dice génesis 2:18, Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea y no solo eso, también somos entrega, grandeza, resiliencia, capacidades, fortalezas, proactividad, compromiso, amor, multitareas, esto nos permite no solo ser dadoras de vida, sino de construir, aportar, crear, ayudar al desarrollo de las familias, de la sociedad y de otras mujeres.

LEORYIS VANEGAS RIVERA, COACH INTERNACIONAL
Leoryis Vanegas Rivera,

Hablar de la conmemoración de la mujer es hablar de la gratitud y la honra de ser mujer, de la misma manera que es honrar y agradecer a las mujeres que hoy ya no están con nosotros, pero que dieron la batalla, por esa lucha que día a día la mujer enfrenta por sus derechos, por sus familias, por la sociedad, por su salud física, mental y emocional, por poder hacer valer el derecho al reconocimiento e importancia que tenemos y que además merecemos en cada uno de los espacios en esta sociedad.

Hoy 8 de marzo es solo una fecha oficial para no pasar por alto las batallas y hacer ese reconocimiento por las que hemos tenido que pasar y las que aún tenemos vigentes y que hacen parte de nuestro diario vivir, convirtiendo así los 365 días del año en días de la mujer.

Las mujeres somos dadoras de vida, de amor, ejemplo y tenacidad que solo buscamos y queremos la garantía de algo tan simple, pero elemental como lo es el respeto a los derechos de la mujer, a una vida libre de violencia, libre de discriminación, libre de abusos, un mundo más equitativo donde no se opaque la labor de la mujer, la tarea y el propósito con el que fuimos creadas.

Durante evento realizado en Uniguajira.

Ser mujer es sinónimo de ayuda, como lo dice génesis 2:18, Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea y no solo eso, también somos entrega, grandeza, resiliencia, capacidades, fortalezas, proactividad, compromiso, amor, multitareas, esto nos permite no solo ser dadoras de vida, sino de construir, aportar, crear, ayudar al desarrollo de las familias, de la sociedad y de otras mujeres.   Hoy digo que somos el reflejo de amor por el mundo que Dios construyó, un mundo al que le quiso aportar el toque de feminidad.

Se hace necesario y urgente empezar a reflexionar y crear conciencia sobre todas esas alternativas y posibilidades de eliminar todas esas brechas, desigualdades, barreras, etiquetas, estereotipos, abusos a los que tienen que ser sometidas las mujeres desde antes de nacer por el simple hecho de ser mujer y, por el contrario, ayudar a que cada una de las mujeres puedan liberar ese potencial genético con el cual fuimos creadas y así poder tener una sociedad más equitativa, justa, armoniosa e incluyente.