La Represa del Ranchería el sueño más codiciado de los guajiros, se ha convertido en el tormento de los habitantes de las comunidades que habitan en el pie de monte de la Sierra Nevada, en jurisdicción de San Juan del Cesar. La construcción los dejó sin acueducto, sin hidroeléctrica, sin carretera, y en el total abandono. Lo único nuevo es la iglesia, que fue reconstruida.
Parece increíble, Caracolí- Sabanas de Manuel, son dos poblaciones bañadas por las transparentes aguas, las cuales son atrapadas por la Presa El Cercado, formando un verdadero mar en el pie de monte de la Sierra Nevada, en donde casi dos mil habitantes, paradójicamente padecen de sed, porque no tiene acueducto, a pesar d tener represados 198 millones de metros cúbicos de un líquido fresco, que brota en la Laguna.
Sus habitantes, hasta el 2010, vivieron felices. Tenían una hidroeléctrica, construida por el programa Pesenca, y diseñada por un Alemán que se enamoró de estas hermosas tierras. Contaban con un acueducto que surtía a los dos poblados. Sus habitantes disfrutaban libremente del río utilizando sus aguas para la pesca, la agricultura y recibir la energía sin mayores costos.
Para construir la Presa El cercano, uno de los cuatro componentes del proyecto Represa del Ranchería a sus habitantes los bañaron de promesas. Una de ellas, construcción de una carretera moderna. La vieja vía quedó bajo las aguas. La hidroelectica fue arrastrada por una avalancha del Ranchería, junto a equipos pesados, que jamas fueron recuperados. El acueducto se llenó de lodo, y quedó envuelto entre las promesas de recuperarlo, pero con el paso del tiempo, todas las promesas fueron incumplidas.
Ahora sus habitantes, se preparan para librar una nueva lucha, igual a las anteriores, como aquella en donde lograron que les hicieran la interconexión eléctrica., pero ahora son sometidos racionamientos y cobros injustos. Desde el fin de semana, se encuentran en asamblea permanente para determinar la hora cero en la se irán a las vías de hecho, tomándose la carretera nacional que comunica al sur con el norte de La Guajira y con el departamento del Cesar y el resto de país, debido al abandono e incumplimiento a sus necesidades.
Desde hace varios años, esta comunidad reclama al Gobierno Nacional la construcción de un acueducto para la población, donde paradójicamente nace el embalse El Cercado que almacena 198 millones de metros cúbicos de agua, y que fue construida por el Gobierno Nacional “para dar solución definitiva al problema de agua en el departamento de La Guajira”.
Los caracoliceros también exigen la construcción de la vía Guayacanal- Caracolí – Tembladera, ya que esta carretera quedó sumergida bajo el agua cuando se llenó el embalse. El Incoder, llamado ahora Agencia de Desarrollo Rural -ADR-, intentó resarcir el daño construyendo una vía emergente, pero esta es de alto riesgo, inestable e insegura por las características del terreno y expuesta a deslizamientos, durante las temporadas de invierno, y actualmente está a punto de dejar incomunicados a más de 2 mil campesinos de la zona.
No es la primera vez que los habitantes de este corregimiento ubicado en la Sierra Nevada de Santa Marta, que ha sufrido los efectos del conflicto armado durante muchos años, levanta su voz exigiendo a la dirigencia local, regional y nacional, le den solución a situaciones como el acueducto y la vía de acceso al pueblo. Hace dos años cerraron la Vía Nacional a la altura del el Puente El Guanábano, en otra ocasión cerraron las válvulas de la Represa del Río Ranchería y en esta oportunidad la comunidad asegura que permanecerá en la carretera todo el tiempo que sea necesario hasta que sus necesidades tengan solución definitiva, sin promesas, sin ilusionismos, porque ellos quieren pasar del verbo a las acciones.
A los requerimientos del acueducto y la vía, se suman el servicio de energía eléctrica, el mejoramiento de la infraestructura educativa y la dotación de la misma, y la adecuación de las tierras para los campesinos, ya que esta es por excelencia, la despensa agrícola del sur de La Guajira y el norte del Cesar.
Según líderes de la comunidad, los proyectos para la ejecución de estas obras de gran importancia para el desarrollo de esta población y sus alrededores, se encuentran radicados en el Ministerio de Vivienda esperando la viabilidad, mientras que los estudios y diseños de la carretera está engavetado en la alcaldía esperando fuentes de financiación.