Spread the love

Si los dineros públicos se entregaran con equidad y la comunidad lo invirtieran con responsabilidad, la historia de la pobreza alimentaria y la baja calidad de vida de las poblaciones wayuu, fuera otra, tal y como se vive en comunidades como Pawalawashi y otras que manejan un buen nivel debido a la forma como se utilizan los recursos aportados por el Estado colombiano.

Durante su visita a la comunidad de Pawalawashi en área rural de Riohacha, el Director Nacional de Planeación, Alexander López, al igual que la consejera de Regiones, Luz María Munera, se mostraron sorprendidos y emocionado por el modelo de atención al pueblo wayuu, donde la organización indígena Talapuin, atiende a 32 familias con 40 niños y niñas menores de 5 años.

Los altos funcionarios llegaron a esa comunidad invitados por el director regional del Icbf, Rodrigo Elías Daza, logrando analizar el modelo que se desarrolla allí, con resultados altamente positivos, observándose un buen estado de salud de los menores, adultos mayores y el resto de la comunidad.
Durante la jornada, adelantada en el marco de la Misión Especial para la Transformación Territorial y la Consolidación de La Paz, el director de Planeación del ICBF, Milton Forero, se refirió a la atención que se brinda a la primera infancia y mujeres gestantes, a través de un modelo concertado con las comunidades que busca el rescate de la cultura wayuu y el fomento de tradiciones ancestrales.

Por su parte, Alexander López Maya destacó el modelo de atención por su enfoque centrado en los niños y niñas, así como por la integración de las familias wayuu en sus entornos propios. Además, hizo alusión a la organización y el desarrollo agrícola de la comunidad Pawalawashi.

Los encuentros comunitarios, como el presenciado por los funcionarios de gobierno, se basan en un proyecto pedagógico que promueve la pervivencia cultural, el cuidado del entorno, la seguridad alimentaria y el fortalecimiento comunitario. Estas actividades incluyen la participación de figuras tradicionales wayuu, así como eventos culturales, juegos tradicionales y exposiciones de artesanías.

Estos espacios también son aprovechados para la entrega de recursos como tanques depositadores de agua, alimentos y materiales para proyectos productivos. Este modelo ha sido fundamental para rescatar y promover los saberes de las comunidades, atendiendo a 148.600 niños, niñas y mujeres en gestación de 74.300 familias guajiras en 2.852 comunidades de La Guajira, en los municipios priorizados por la Sentencia T-302 de 2017, representando un incremento del 114% con respecto a la cobertura e inversión del año anterior.