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Parcialmente destruido quedó el vehículo donde se desplazaban los músicos.

Se salvaron para contar la historía y pensar seriamente en iniciar un reclamo de orden jurídico a la empresa que realiza los trabajos de recuperación de la capa asfáltica de la vía La Florida – Cuestecitas. Haffit David, una nueva promesa del canto vallenato, Arturo Lanao, un joven con magia en las manos para hacer sentir el acordeón y Francisco de la Hoz, ‘El Bebo’, pianista lograron sobrevivir de milagros cuando el vehículo en que se desplazaban chocó contra un tracto camión, luego que perdieron la visibilidad ante la alta densidad de polvo que expele la vía en recuperación.

Solo Dios sabe como lograron salir ilesos del percance, ocurrido sobre la vía La Florida – Cuestecitas, después de Mañature, en donde se encuentra un descapotado y se hace un reafirmado en tierra, lo que origina el desprendimiento de partículas de polvo, las cuales genera una visibilidad casi nula, lo que provocó el accidente.

El vehículo Toyota RIL -828 de Bogotá, en donde se desplazaban los jóvenes músicos oriundos de Riohacha, quienes habían tenido una regía actuación en la plaza pública de Fonseca, en el marco del festival del Retorno, e iban para Uniguajira, donde tenían compromisos musicales.

El carro golpeó contra un tracto camión, se perdió todo el vidrio panorámico y de inmediato se salió de la vía dando varias vueltas, cayendo en una cuneta, en donde fueron socorridos por algunos viajeros que a esa hora utilizaban esa ruta.

“Estamos vivos porque Dios es grande y poderoso, nos protegió y por eso logramos salir del carro que quedó destrozado casi en su totalidad” dijo Francisco De La Hoz, uno de los líderes del conjunto musical, quien sufrió un golpe sin gravedad en uno de sus dedos.

El padre del ‘Bebo’, periodista Francisco De La Hoz Sarmiento, explicó qué están pensando seriamente en presentar una querella a la empresa contratista, porque el deber ser, es que continuamente se esté regando la vía para minimizar los efectos de las partículas de polvo que se levantan provoca una nube espesa que impide la visibilidad de los conductores.

Los músicos se encuentran en sus respectivas casas, en donde reciben el cariño de sus padres, familiares y amigos, quienes celebran los que ellos mismos han calificado como un “volver a nacer”.