Si pasa al retiro, hay 3 meses de alta, que implicaría que no podría posesionarse; lo cual es una muestra de absurda improvisación en un momento crítico para la seguridad de los colombianos”, Juan Carlos Pinzón, exministro de la Defensa Nacional.
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El general Pedro Sánchez, llegó muy temprano a la sede del Ministerio de la Defensa, para asumir su nuevo rol, en el manejo de la seguridad de Colombia. Estaba con su uniforme militar. Su ‘everfit’ o ropa de civil, la guardaba en un maletín, para ponérsela, una vez se vaya a posesionar como Ministro de la Defensa en Colombia.
Recibió todos los honores protocolarios, pero minutos después un trino del exministro de la defensa, Juan Carlos Pinzón, alertó a todos, sobre “si el general que ha sido designado llega al cargo en servicio activo, más de 20 oficiales generales y de insignia tendrían que pasar a la reserva activa, con lo cual se seguirían debilitando a las Fuerzas Armadas de forma grave. Pero, si pasa al retiro, hay 3 meses de alta, que implicaría que no podría posesionarse; lo cual es una muestra de absurda improvisación en un momento crítico para la seguridad de los colombianos”, sostiene en su publicación.
La Revista Semana, en su edición digital, advierte que esta situación se convierte en el principal escollo para la llegada para la llegada del general Pedro Sánchez, como nuevo ministro de Defensa Nacional. Pinzón es considerado como uno de los hombres que mejor conoce el estamento castrense por su formación, su cargo como líder de esa cartera en el gobierno de Iván Duque y su rol como embajador de Colombia en los Estados Unidos, dejó en evidencia que la fórmula que la presidencia estaría planteando para que Sánchez pueda asumir ese puesto no es viable.
El dilema en el que está Petro en este momento. “Si el general que ha sido designado llega al cargo en servicio activo, más de 20 oficiales generales y de insignia tendrían que pasar a la reserva activa, con lo cual se seguirían debilitando a las Fuerzas Armadas de forma grave. Pero, si pasa al retiro, hay 3 meses de alta, que implicaría que no podría posesionarse; lo cual es una muestra de absurda improvisación en un momento crítico para la seguridad de los colombianos”, sostiene en su publicación.
El gobierno se ha ratificado en la decisión que el nuevo minDefensa asumiera el cargo como militar retirado. Pinzón aclara que esto no sería posible sin 3 meses de alta. Y con Velásquez, ya afuera de la cartera, el ministerio tendría que quedar en encargo, en medio de una de las más fuertes olas de inseguridad que ha vivido el país en años recientes.
Según Semana, Pinzón hizo hincapié en este punto, en un trino en el que lanza además siete reflexiones sobre lo que está sucediendo. “Me preguntan varias personas sobre mi opinión sobre el designado ministro de Defensa. Aquí algunas reflexiones”, señala en su publicación.
“1. El papel del ministro de Defensa es trazar y liderar las políticas de seguridad y defensa en el país, gestionar los recursos, hacer la defensa política de las instituciones, y tramitar las normas ante el legislativo, así como coordinar con la rama Judicial. Es importante que quien asuma el cargo tenga el peso y la credibilidad política e internacional, si no la tiene será peor para los militares y para los colombianos”.
“2. El deterioro en el que está la seguridad del país no se veía desde hace 25 años, es necesario enderezar el camino. Esta designación da la impresión de no representar una oportunidad de progreso o avance, sino que es más deterioro y debilidad para las Fuerzas Armadas”.
“3. Yo no dudaría en nombrar militares en retiro o activos en diversas posiciones en el sector defensa, incluso, en el Gobierno nacional. Por supuesto, siempre que sean personas preparadas, con liderazgo, prestigio institucional, logros, y con la idoneidad para el cargo”.